Las playas son para disfrutarlasy en España tenemos lasmejores del mundo a nuestradisposición, pero pueden convertirseen una trampa mortal sino adoptamos un mínimo deprecauciones, ya que a la habitualmasificación se suman contratiemposcomo insolaciones,cortes de digestión, picadurasde medusas, ahogamientos yaccidentes por mala práctica delos deportes náuticos.En…
Las playas son para disfrutarlas
y en España tenemos las
mejores del mundo a nuestra
disposición, pero pueden convertirse
en una trampa mortal si
no adoptamos un mínimo de
precauciones, ya que a la habitual
masificación se suman contratiempos
como insolaciones,
cortes de digestión, picaduras
de medusas, ahogamientos y
accidentes por mala práctica de
los deportes náuticos.
En relación con los ahogados,
por ejemplo, el mayor
número de ellos se produce en
deportistas de entre 18 y 25
años y personas mayores de
65 años. De igual modo, son
frecuentes las fracturas craneales
y de vértebras cervicales
por zambullidas imprudentes,
accidentes que generan el
80% de los ingresos que se registran
en verano en el Centro
de Parapléjicos de Toledo.
Por otro lado, deportes
náuticos como la vela, el surf y
el windsurf no sólo distan mucho
de ser deportes minoritarios,
como podría creerse, sino
que tienen miles de practicantes
en España y su número
crece sin parar. Esta circunstancia
conlleva también a un
aumento de las lesiones asociadas.
En este sentido, las embarcaciones
de recreo, por
ejemplo, si no cumplen las
normas básicas de uso, velocidades
y distancias que deben
adoptar en relación con la orilla
de la playa, suponen un serio
peligro para los bañistas,
circunstancia que puede resultar
aún más peligrosa en el caso
de las motos acuáticas. La
normativa actual establece para
estas actividades una distancia
mínima de 200 metros
desde la playa y de más de 50
metros en el resto del litoral.
En el transcurso del Congreso
Nacional de la Sociedad
Española de Traumatología del
Deporte, celebrado recientemente
en Valencia, el medallista
olímpico español José Luis
Doreste destacó 'la deficiente
preparación y previsión de la
gran mayoría de españoles
que realizan, de forma amateur
o profesional, deportes
náuticos'. A su juicio, una adecuada
preparación física y un
correcto calentamiento muscular
minimiza la aparición de
lesiones en la práctica de estos
deportes. Unido a ello, 'la simple
utilización de chalecos salvavidas,
guantes, calzado adecuado
y el conocimiento de la
previsión meteorológica reducen
significativamente los accidentes
en el mar'.
Aunque, en general, las lesiones
que se registran durante
la práctica de deportes de
vela son leves (contusiones,
quemaduras, rozaduras), también
se pueden producir fuertes
golpes que pueden llevar,
en muchos casos, a la conmoción
cerebral y a la caída del
accidentado fuera del barco.
Surf, wind-surf
y buceo
El surf es otro deporte acuático
en auge. Para practicarlo es
necesario tener más de 12
años, saber nadar y disponer
de un certificado médico acreditativo
de buena salud y condiciones
física adecuadas. Es
obligatorio el seguro federativo.
En Cruz Roja o en los clubes
deportivos le explicarán
las normas básicas para practicar
este deporte, dónde, cómo
y cuándo practicarlo (horario
de las mareas, corrientes
dominantes, zonas prohibidas
y de seguridad en relación
con los bañistas), precauciones
a adoptar, reglas a respetar,
etc.
Lo mismo cabe decir del
windsurf, práctica deportiva
en la que las lesiones más habituales
son las de la extremidad
inferior y del ligamento lateral
interno de la rodilla. No
obstante, no está considerado
un deporte de alto riesgo si se
toman las medidas oportunas.
Mención especial merece
la práctica del buceo. Los expertos
recomiendan que si nos
disponemos a iniciar una sesión
de natación o buceo, ya
sea por motivos de competición
o simplemente para divertirnos,
es muy importante
realizar ejercicios de estiramiento
y precalentamiento de
los músculos y articulaciones
(hombros, rodillas, tobillos,
brazos, cuello, piernas y espalda),
como se hace con cualquier
deporte acuático.
También recomiendan informarse,
en primer lugar, de
cuáles son las técnicas básicas
de primeros auxilios y/o socorrismo
acuático y, sobre todo,
nunca nadar, bañarse o bucear
solo. También es recomendable
seguir los consejos de los
que saben y acatar las normas
de las autoridades. Unido a
ello, es importante protegerse
del sol, vigilar los cambios
bruscos de temperatura, prevenir
las infecciones cutáneas
y de oído e hidratarse adecuadamente.
Flotadores, colchonetas
y chalecos salvavidas
Al comprar estos artículos para
que los niños se diviertan en el
agua, hay que asegurarse de
que están homologados por la
Unión Europea (símbolo CE),
lo cual garantiza que cumplen
unas condiciones mínimas de
seguridad. Además, antes de
ponerles un flotador, es conveniente
comprobar que está
equipado con una válvula de
seguridad para evitar que se
desinfle con demasiada rapidez
en caso de pinchazo.
En cualquier caso, aunque
estén correctamente inflados
cuando se usan, no conviene
dejar de vigilar a los niños ni
un momento, pues los flotadores
se vuelcan o se desinflan
a veces con sorprendente facilidad.
La Academia Americana
de Pediatría recomienda que,
en el caso de los niños, nunca
se prescinda del chaleco salvavidas.
Banderas
de advertencia
Se deben seguir en todo momento
las indicaciones de los
vigilantes de seguridad y estar
atentos a las banderas de advertencia:
' Roja: prohibido el baño.
' Amarilla: precaución,
baño peligroso y por tanto no
recomendable.
' Verde: sin peligro, libertad
para bañarse.
Es importante tener en
cuenta que el estado del mar
puede cambiar de repente y
una playa con bandera verde
puede pasar a amarilla o roja
en pocas horas, por lo que
cuando se observen cambios
meteorológicos se debe comprobar
si ha habido algún
cambio de bandera.
EL CHALECO SALVAVIDAS, EN TODO MOMENTO
» Adultos y niños deben usar chalecos salvavidas siempre
que vayan en cualquier tipo de embarcación o estén cerca
de grandes masas de agua.
» Asegúrese de que el chaleco salvavidas sea de la talla correcta.
no debe quedar holgado.
» Siempre debe usarse según las instrucciones, con todas
las correas abrochadas.
» Los manguitos, los juguetes, las balsas y los colchones de
aire inflables nunca deben usarse como salvavidas.
Más información:
www.proteccioncivil-andalucia.org