Dejar de fumar se ha convertidoen uno de losprincipales propósitos que losespañoles se hacen en determinadasépocas del año, especialmentedurante el final y elinicio de cada año. Se trata demomentos en los que la motivaciónpara abandonar el tabaquismoaumenta de maneraconsiderable. No en vano, noviembre,enero y febrero…
Dejar de fumar se ha convertido
en uno de los
principales propósitos que los
españoles se hacen en determinadas
épocas del año, especialmente
durante el final y el
inicio de cada año. Se trata de
momentos en los que la motivación
para abandonar el tabaquismo
aumenta de manera
considerable. No en vano, noviembre,
enero y febrero son
los meses en los que el número
de fumadores decididos a
dejar el tabaco se multiplica
por cuatro y, de hecho, el mayor
número de pacientes que
acuden a su médico o farmacéutico
para que les ayude a
abandonar el tabaco se da durante
estos meses.
La voluntad
no lo es todo
Existen momentos en la vida de
toda persona, como pueden ser
la vuelta de las vacaciones o el
inicio de un nuevo año, en las
que su motivación para plantearse
determinadas metas es
más alta. Se producen siempre
que una persona se propone
una serie de objetivos a cumplir
para una nueva etapa de su vida
y que, considera, van a mejorar
su calidad de vida. Dejar de fumar
es un incondicional en estas
listas de buenos propósitos.
Pero abandonar el tabaco
no es sólo cuestión de voluntad.
Es necesaria una fuerte
motivación y creer que los beneficios
que obtendremos
compensan nuestro esfuerzo.
Un buen momento para intentarlo
es cuando se llegan a
personalizar los graves riesgos
para la salud que comporta seguir
fumando y se valoran los
beneficios de dejarlo.
Motivación, ayuda sanitaria
y tratamientos eficaces son,
según los expertos, los tres pilares
en los que debe apoyarse
la deshabituación tabáquica.
Según la doctora Teresa Salvador,
psicóloga y miembro del
Comité Nacional de Prevención
del tabaquismo (CNPT),
'en el tabaquismo hay una
combinación de dependencia
psicológica y dependencia física
que hacen que la ayuda de
terapias farmacológicas también
sea necesaria'. En este
sentido, es importante destacar
que sólo el 5% de los fumadores
que intentan dejar el
tabaco, sin ningún tipo de
ayuda, lo consigue.
Todas las posibles maneras
de dejar de fumar (solo, en
grupo, con apoyo psicológico,
con fármacos, parches o chicles
de nicotina, etc.) tienen
en común la necesidad de
que el fumador esté claramente
decidido a intentarlo, se
haya preparado para elegir el
momento adecuado y tenga
la firme voluntad de seguir
adelante.
Una buena forma de prepararse
es la que propone en
4 pasos la Sociedad Española
de Neumología (SEPAR):
1. Piense por qué fuma cada
vez que enciende un cigarrillo.
Infórmese sobre el tabaco.
2. Busque sus motivos para
dejar de fumar. Escriba una
lista de ellos.
3. Busque las situaciones
que asocia con fumar y evítelas.
Elija siempre ambientes sin
humo.
4. Decida qué día deja de
fumar y dígaselo a sus familiares
y amigos.
Resulta imprescindible que
la decisión de abandonar el tabaco
la haya tomado personalmente
el fumador y que esta
decisión esté respaldada por sus
propios motivos. En ocasiones
el fumador está muy condicionado
por su entorno familiar o
social, que le presiona para que
no fume. Dejar de fumar es una
decisión personal como cualquier
otra y necesita ser evaluada
por el propio individuo.
Una vez haya decidido que
va a dejar de fumar, marque
una fecha próxima, que será su
día 'D', a partir del cual ya no
fumará nada. Procure, en la
medida de lo posible, que la
fecha elegida no coincida con
situaciones negativas o puntuales
de estrés o de cambios
importantes, como, por ejemplo,
una mudanza, la preparación
de un examen, etc., porque
en estas situaciones le
resultará más difícil. Para dejar
de fumar es recomendable que
elija una temporada 'normal',
ni especialmente buena, ni especialmente
mala.
Durante los primeros días
sin fumar pueden aparecer intensas
ganas de fumar. Procure
no pensar en el tabaco como
algo bueno que ha perdido,
ocupe sus manos y su mente,
procure relajarse, lea su lista de
motivos' Las ganas de fumar
duran aproximadamente 1 minuto.
Si ha llegado hasta aquí,
piense que ha hecho un gran
esfuerzo, valórelo y no lo desperdicie.
Existen tratamientos que
pueden ayudarle a dejar de
fumar. Consulte con su médico
o farmacéutico.
Más información:
www.cnpt.es
www.separ.es