El autocontrol en la diabetes
mejora la calidad de vida del
paciente y ayuda a salvar vidas.
Es, pues, vital si tenemos
en cuenta que entre un millón
y medio y tres millones de españoles
mayores de 30 años
son diabéticos, es decir, entre
el 5 y el 15% de la población.
En Navidad, al variar la dieta
habitual (principalmente porque
se aumenta el consumo
de hidratos de carbono simples)
e incrementarse la actividad
física, es necesario que el
paciente diabético mida con
más frecuencia sus niveles de
glucosa en sangre. En este
sentido, el medidor de glucosa
juega un papel fundamental.
Según el doctor José Antonio
Vázquez García, presidente
de la Federación Española de
Diabetes, "es inconcebible dar
responsabilidad al paciente en
el manejo de su enfermedad
sin que conozca los niveles de
glucosa, ya que en función de
estos niveles deberá tomar unas
decisiones u otras. El autocontrol,
al mejorar la hemoglobina
glicosilada, "puede evitar que
se produzcan complicaciones
crónicas en los ojos (retinopatía),
en el riñón (nefropatía), en
los nervios periféricos (neuropatía
o pie diabético), en el corazón
(infarto de miocardio), en
el cerebro (trombosis cerebral)
o en los vasos sanguíneos periféricos
(amputaciones). Por tanto,
el autocontrol mejora la calidad
de vida del paciente y
ayuda a salvar vidas".
La medición de glucosa en
sangre ha mejorado considerablemente
la precisión del dato
de glucemia. Por ello, cuanto
más sencilla sea la convivencia
entre el paciente diabético y
su medidor de glucosa, más rigurosas
y frecuentes serán las
mediciones.