Muchos consideran el yoga

una práctica perfecta

para ponerse y mantenerse

en forma, ya que tonifica los

músculos, aumenta la fuerza y

la flexibilidad de nuestro cuerpo

y nos hace sentir mejor.

Nació en la India hace miles

de años y se ha transmitido verbalmente

de maestros a discípulos

hasta nuestros días. Constituye

para muchos una filosofía

práctica que permite al individuo

mejorar su calidad de vida.

El yoga puede considerarse

como un medio para liberarse

de algunas dolencias que afectan

tanto al cuerpo como a la

mente. De hecho, millones de

personas lo practican en el

mundo y muchos médicos lo

recomiendan para combatir algún

problema de salud.

Esta disciplina ha evolucionado

de acuerdo con los

problemas que han ido surgiendo

en la sociedad, pero

sin perder su verdadera esencia.

De este modo, ayuda a

mitigar, aliviar y revertir tensiones,

ansiedades, angustias,

depresiones, conflictos o enfermedades.

Posturas y

movimientos relajados

Las sesiones de yoga consisten

básicamente en una serie

de posturas y movimientos relajados

que culminan con

unos minutos de meditación.

Cada postura sirve para estimular

la circulación en zonas

específicas del cuerpo y mejorar

las condiciones de los

músculos y órganos internos.

Se trata de una disciplina

terapéutica que se utiliza para

prevenir enfermedades y buscar

el equilibrio del cuerpo.

Una de las características fundamentales

y sobre la que se

basa esta técnica es el control

de la respiración, que contribuye

a la oxigenación de la

sangre y a un mejor funcionamiento

de los pulmones. Además,

permite que se fortalezca

el sistema inmunológico y

desaparezcan el estrés, la depresión

y los trastornos de ansiedad.

Contra el estrés

Las exigencias de la vida cotidiana,

las responsabilidades

o el ritmo de vida acelerado

provocan que muchos individuos

padezcan estrés, trastorno

que ha sido calificado como

el mal del milenio. Para

combatirlo, los especialistas

recomiendan cuidar especialmente

la alimentación, disminuir

el consumo de tabaco y

cafeína o reducirlo en su totalidad,

dormir entre 7 y 8 horas

y realizar ejercicio. Es en

este último punto donde el

yoga juega un papel fundamental

puesto que, no sólo

permite tonificar y ejercitar los

músculos del cuerpo, sino que

además se complementa con

unos minutos de relajación y

meditación que favorecen la

superación del estrés.

Para todas las edades

El yoga es un ejercicio apto

para todas las personas, sanas

o enfermas, y sea cual sea su

constitución física.

Aumenta la capacidad de

concentración y disminuye la

agresividad en los niños. Además,

como no se trata de un

ejercicio de competición, su

práctica no fomenta el espíritu

competitivo-agresivo de los

más pequeños. Asimismo, éstos

se benefician de la flexibilidad

que proporciona a la columna

y adquieren más fuerza

en los brazos y las piernas.

Para los más mayores la

práctica del yoga también es

beneficiosa. De hecho, para la

tercera edad es esencial aprovechar

toda técnica que pueda

contribuir a mejorar su calidad

de vida. El yoga es una

de ellas, puesto que sus ejercicios

son suaves y se adaptan a

las posibilidades de cada uno

sin necesitar forzar el cuerpo.

Sin embargo, no hay que

descuidar los posibles riesgos

que pueden acompañar a

cualquier ejercicio. Las embarazadas,

por ejemplo, no pueden

adoptar posturas que

ejerzan presión sobre el útero.

Asimismo, es recomendable

que se eviten las posturas invertidas

(sobre hombros o cabeza)

si se sufre hipertensión,

glaucoma, hernia o si la mujer

que lo practica está en su periodo

menstrual. Las personas

que padezcan problemas de

disco o espalda tienen que

extremar el cuidado al doblar

la columna vertebral.

Más información:

www.yoga.com

www.aepy.org