Con motivo de la celebracióndel "Día Mundial sinTabaco", la Sociedad Españolade Neumología Pediátrica(SENP) ha recordado que laexposición al humo de tabacoafecta directamente a la saludy actividad diaria de los niñosy destaca que un 11 por cientode ellos se encuentran expuestosdiariamente al humodel tabaco en su…
Con motivo de la celebración
del 'Día Mundial sin
Tabaco', la Sociedad Española
de Neumología Pediátrica
(SENP) ha recordado que la
exposición al humo de tabaco
afecta directamente a la salud
y actividad diaria de los niños
y destaca que un 11 por ciento
de ellos se encuentran expuestos
diariamente al humo
del tabaco en su domicilio, dado
que se calcula que el 22
por ciento de los padres y el
20 por ciento de las madres
fuman en casa.
Ante estos datos, la SENP
advierte que el modelo de padres
fumadores incrementa no
sólo el riesgo del inicio precoz
en el tabaquismo por parte de
los hijos sino también la incidencia
de patologías respiratorias
y la prevalencia de sibilancias
(pitos) y tos en la infancia.
La doctora Mª Teresa Pascual
destaca que 'los menores
expuestos al humo de tabaco
durante los dos primeros años
de su vida son más propensos
a desarrollar enfermedades
pulmonares como el asma' y
señala que 'la gravedad del
asma aumenta por la exposición
al humo del tabaco de
los menores.'
Mayor riesgo
de enfermedad
cardiovascular
Por su parte, expertos de la Fundación
Española del Corazón
(FEC) alertan que fumar triplica
la incidencia de enfermedad
cardiovascular y aumenta los
problemas respiratorios. El tabaco
provoca la aparición de aterosclerosis
en las arterias del organismo
incluyendo las arterias
de las piernas, de los riñones y
del corazón, y esto repercute en
la coagulación aumentando la
viscosidad de la sangre. Esta situación
provoca que aumenten
las posibilidades de producirse
trombos, aumenta la concentración
de colesterol total, haciendo
que se oxide y dañe la pared
de las arterias, provocando aterosclerosis,
y causa inflamación
del endotelio, algo que también
causa aterosclerosis.
En este sentido, el secretario
general de la SEC, Esteban
López de Sá, señaló que
el impacto del tabaco en la
salud cardiovascular es elevado,
ya que 'la incidencia de la
enfermedad coronaria es
aproximadamente tres veces
más elevada en los fumadores'.
Este experto aseguró
que 'se puede dejar de fumar
y existen terapias de apoyo,
incluso farmacológico, para
superar los síntomas de ansiedad
e irritabilidad que suele
producir la abstinencia', aunque
matizó que 'la clave reside
en querer, de verdad, dejar
de fumar'. Para ello, la
SEC propone fijar una fecha,
elaborar una lista de motivos
para abandonar el tabaco y
anotar cuántos cigarrillos se
fuman y en qué circunstancias
y, el día previo a dejar de
fumar, tirar el tabaco y los ceniceros
que haya a nuestro alrededor.
Una vez se haya dejado
de fumar, es necesario
hacer ejercicio, calmar la ansiedad
con agua, fruta o zumos
y pedir ayuda a quienes
están alrededor. Asimismo, resulta
fundamental consultar
con el médico los apoyos farmacológicos
que mejor se
ajusten en cada situación.
Por otro lado, la Organización
Mundial de la Salud
(OMS) aconseja la unión de
texto y fotografía en las cajetillas
como ayuda a los fumadores
a la hora de plantearse seriamente
dejar de fumar de
forma más convincente y como
prevención frente al
aumento de esta adicción entre
los más jóvenes. En este
sentido, incorporar a las advertencias
de las cajetillas
consejos para dejar de fumar,
podría también contribuir en
la lucha contra el tabaquismo.
Principal causa
de EPOC
El tabaco es la principal causa
de Enfermedad Pulmonar Obstructiva
Crónica (EPOC), una
patología que produce 18.000
muertes anuales en España. El
90 por ciento de los pacientes
con EPOC son o han sido fumadores.
El crecimiento pulmonar de
una persona sana es continuo
hasta los 20 años, edad a la que
el pulmón empieza a envejecer,
es decir, pierde capacidad pulmonar.
'Los jóvenes empiezan a
fumar cada vez antes. De este
modo, su capacidad pulmonar
crece menos de lo que debería
y cuando comienza el envejecimiento
pulmonar, éste, además,
se produce a velocidad
doble', indica el doctor Sánchez
Agudo. Una persona no
fumadora puede perder 30 mililitros
anuales de capacidad
pulmonar debido a la edad. El
fumador puede llegar a perder
110-120 mililitros anuales.
Según este especialista, 'el
desarrollo de esta enfermedad
no depende únicamente de los
cigarrillos que se fumen, como
muchos fumadores creen. No
todas las personas fuman
igual, ni inhalan de igual forma
el humo. Pero sobre todo,
no todos los fumadores responden
igual a los irritantes
del tabaco, de modo que hay
personas más sensibles que
aunque fumen poco pueden
llegar a desarrollar EPOC, y
otras que pueden no llegar a
desarrollarla. Es decir, fumar
poco no evita la EPOC'.
Dejar de fumar es clave,
pero cuanto antes mejor ya
que cuando una persona se
encuentra en un estadio avanzado
de esta enfermedad, las
consecuencias son irreversibles.
'La EPOC es una enfermedad
muy silenciosa, con
síntomas que se suelen infravalorar
hasta que se vuelven
crónicos. Por eso la detección
precoz es muy importante. En
los estadios más leves, la
EPOC es mucho más reversible
con un correcto tratamiento',
indica el doctor Sánchez
Agudo.
SI QUIERE DEJAR
DE FUMAR...
Consulte con su médico o
farmacéutico; ellos le indicarán
los tratamientos de
apoyo farmacológico más
adecuados en su caso.