Los países ricos y un número
creciente de países de
mediano desarrollo padecen
una epidemia de gordura y al
ritmo de su 'contagio' crecen
las demandas de camas más
resistentes, ataúdes más espaciosos,
instrumentos médicos
más penetrantes y asientos
más anchos en autobuses y
aviones. Los estudios de prevalencia
de la obesidad en
América Latina varían del 22
al 26% de la población en
Brasil, el 21% en México, el
10% en Ecuador, y del 22 al
35% en Paraguay y Argentina.
Según Jorge Braguinski,
director del curso de postgrado
en Nutrición de la Universidad
Favaloro (Argentina),
hay una tendencia al incremento
en la prevalencia de
obesidad en la región.
En los Estados Unidos,
donde el peso promedio de la
población ha aumentado en
5,4 kilogramos desde 1960, el
62% de los habitantes tiene
peso excesivo y entre ellos de
un 12 a un 25% -según los
Estados- sufre obesidad.
Jeff Cheek, presidente de
la firma Southern Heritage,
que fabrica ataúdes metálicos,
ha indicado que mientras el
cajón de sepultura estándar
hace pocos
años tenía un ancho
de 56 a 60 centímetros
a la altura de los
hombros de sus futuros
residentes, ahora la
norma es de 60 a 65
centímetros. Southern
Heritage, de Alabama,
tiene una línea de ataúdes
con un ancho en
su interior de 71 a 111
centímetros. Este aumento
podría resultar
ser un acierto puesto
que, según el Fondo
para la Salud de Estados
Unidos, la obesidad causa
unas 400.000 muertes cada
año en este país y pronto sobrepasará
al tabaquismo como
la principal causa de
muerte evitable.
La empresa QuickMedical,
con sede en el Estado de Washington
y que fabrica equipos
y suministros médicos, ya tiene
a la venta batas 'Ample
Wear' para que se cubran a
los pacientes corpulentos
cuando van al hospital o al
consultorio médico, y básculas
para el domicilio con capacidad
para soportar hasta
300 kilogramos.
Más y más hospitales y
consultorios médicos piden a
sus proveedores abrazaderas
extra grandes para los aparatos
que toman la presión arterial,
y hay sillas de ruedas
con ancho de hasta 1,20 metros,
y camas de hospital y
mesas de quirófano construidas
para soportar pacientes
más grandes.
También ha sido necesario
adaptar equipos médicos
complejos como las máquinas
para exámenes por imagen
de resonancia magnética,
ultrasonidos, mamografías
y electrocardiogramas.