En relación con la columnavertebral -señalan los especialistas-es notable cómo vieneaumentando últimamenteel número de personas aquejadasde alteraciones ortopédicasdel raquis (espina dorsal ocolumna vertebral) y otras alteracionesmecánicas de éste,como el dolor de espalda, conel gravante de que cada vezaparecen a edades más tempranas. En este sentido,…
En relación con la columna
vertebral -señalan los especialistas-
es notable cómo viene
aumentando últimamente
el número de personas aquejadas
de alteraciones ortopédicas
del raquis (espina dorsal o
columna vertebral) y otras alteraciones
mecánicas de éste,
como el dolor de espalda, con
el gravante de que cada vez
aparecen a edades más tempranas.
En este sentido, la escoliosis
brilla con luz propia por su
creciente incidencia y porque
tiene suficiente entidad como
para resultar preocupante. Tal
es así, que la Sociedad Española
de Cirugía Ortopédica y
Traumatología (SECOT) advierte
que 'la escoliosis es una
enfermedad lo bastante grave
como para que se le preste un
máximo de atención. Involucra
a padres, educadores, médicos
de cabecera y traumatólogos'.
Estamos hablando de
una deformidad de la columna
vertebral que puede hacer acto
de presencia en más de un
miembro de una familia o en
sucesivas generaciones y que
afecta, aproximadamente, al
2% de la población.
Por lo general aparece durante
la adolescencia, pero
también puede presentarse en
niños más jóvenes y, aunque
con otras características, en algunos
ancianos. Según SECOT,
no duele ni afecta inicialmente
a la vida diaria del paciente,
pero con el paso del tiempo
una columna desviada se desgasta
más y aparece la escoliosis
dolorosa del adulto.
Exploraciones
generalizadas
Aproximadamente el 10% de
los adolescentes tiene algún
grado de escoliosis. Por ello,
para descartarla o confirmarla
cuanto antes, los expertos recomiendan
la práctica generalizada
de exploraciones en niños
de 11 a 13 años.
Es realmente importante
que el especialista examine la
columna de los niños de manera
regular, hasta haber completado
todo el crecimiento, ya
que la escoliosis puede aparecer
en cualquier momento del
proceso de desarrollo y empeorar
durante el último 'estirón'.
Según la Asociación de Afectados
de Escoliosis (ASMADES),
las escoliosis leves son igual de
frecuentes en los chicos que en
las chicas. sin embargo, los casos
más graves son siete veces
más frecuentes en el sexo femenino.
Alrededor de la cuarta
parte de los niños aquejados
de escoliosis requerirán
cuidado médico, que puede
consistir en el simple control
para detectar un posible empeoramiento
de la desviación
de la columna o bien en prescribir
un corsé ortopédico o,
en un mínimo porcentaje de
casos, una cirugía en función
del grado de la desviación observada
en el momento del
diagnóstico.
Los especialistas en traumatología
y cirugía ortopédica,
que son los profesionales
más idóneos para diagnosticar,
controlar y tratar esta enfermedad,
recalcan que la detección
precoz de la enfermedad es
muy importante para asegurarse
que la curvatura de la espina
dorsal no avance.
En cualquier caso, su presencia
no es el resultado de acciones
que el paciente o los
padres hayan hecho o hayan
dejado de hacer, ni tampoco
es consecuencia de prolongadas
posturas forzadas o por llevar
carteras o mochilas pesadas,
ni por practicar ciertos deportes,
ni tampoco por ligeras
desigualdades en la longitud
de los miembros inferiores. Lo
que sí se conoce es que en la
escoliosis existe un componente
hereditario. si alguien en la
familia se encuentra aquejado
por ella, la probabilidad de
que aparezca en otros miembros
de la misma aumenta
aproximadamente en un 20%.
Curva vertebral
y tipos de escoliosis
En un paciente escoliótico, las
radiografías de la columna vertebral
revelan cómo ésta adopta
la forma de una 'S' o 'C'
en vez de estar recta. Según
SECOT, si entendemos que
podemos dividir la columna
en cervical, torácica (costillas)
y lumbar, existirán desviaciones
para cada segmento. La
curva torácica es la más común,
seguida por la curva doble
torácica y lumbar, y la
lumbar. En función de la edad,
una escoliosis puede ser congénita,
infantil, del adolescente
y juvenil.
Las causas de la escoliosis
son diversas. Aproximadamente
el 80-85% de los pacientes
padecen la llamada escoliosis
idiopática (de origen desconocido),
cuyo origen respondería
a factores genéticos o hereditarios.
Se desconoce igualmente
qué es lo que pone en
marcha el desarrollo de una
curva o por qué algunas curvas
empeoran y otras no. La
escoliosis puede aparecer en
pacientes perfectamente sanos.
De hecho, así ocurre en la
inmensa mayoría de los casos.
En el 15% restante la causa
sí es conocida. En estos casos,
la escoliosis puede venir
generada por enfermedades
de los nervios o de los músculos,
como parálisis cerebral,
distrofias musculares y poliomelitis.
Otras causas conocidas
incluyen las malformaciones
congénitas de las vértebras,
que se producen durante la
formación de éstas en el curso
del embarazo y que ya están
presentes en el momento de
nacer. También es sabido que
algunas anomalías del tejido
conectivo como la del síndrome
de Marfan o alteraciones
de los cromosomas como el
síndrome de Down pueden
ser causa de escoliosis.
Tratamiento
Depende de la edad del enfermo.
Algunas escoliosis son tan
poco importantes que no requieren
ningún tratamiento.
ASMADES refiere que no existen
medicamentos para tratar
la escoliosis ni para prevenir su
aparición. En el caso de los
adultos, si la escoliosis no es
demasiado importante, puede
permanecer estabilizada o empeorar
a lo largo de los años,
pero sin causar problemas serios.
Sin embargo, en algunas
personas la curvatura lateral
vertebral puede dificultar la
respiración.
También la osteoporosis
puede conllevar que una desviación
de la columna relativamente
pequeña empeore de
manera importante. De ahí la
conveniencia de prevenir este
problema de deterioro de los
huesos, sobre todo en personas
con escoliosis. En algunos
casos pueden aparecer desviaciones
de la columna en adultos
como consecuencia del
desgaste de los discos y de las
articulaciones de la columna.
Para el Grupo de Estudio
de Enfermedades del Raquis
(GEER), la cirugía es el último
recurso en el tratamiento de la
escoliosis y la opción que necesita
el menor número de enfermos.
Está indicada si no se
puede controlar la curva con
medidas ortopédicas y especialmente
cuando hay curvas
torácicas de 45 a 50º con evidencia
considerable de progresión
después de terminar el
crecimiento. En pacientes con
escoliosis infantil se observa
que la mayoría de las curvas se
resuelven espontáneamente
con el crecimiento. Se deben
realizar observaciones cada
seis meses. El uso de corsés y
cirugía es infrecuente. No hay
documentación científica sobre
la efectividad de ejercicios,
manipulación o estimulaciones
eléctricas en la corrección de
la escoliosis.
Más información:
www.escoliosis.org