Cuando se decide realizar
una actividad física
en particular es importante
consultar a un
entrenador o preparador
físico, ya que de
ese modo se puede seguir
un plan individualizado
acorde a las propias
capacidades de
cada persona.
Quienes no toman esa
precaución, frecuentemente
sufren problemas por no haber
efectuado un adecuado calentamiento,
o por haber excedido
la carga que su organismo
era capaz de soportar.
El calentamiento implica
ejercitar los músculos de forma
relajada antes de hacer
cualquier ejercicio; con unos
pocos minutos se puede elevar
la temperatura muscular
hasta los 38ºC, haciendo que
el músculo sea más elástico,
fuerte y resistente.
Para evitar las lesiones también
es preciso realizar ejercicios
de estiramiento de los distintos
músculos.
Además, el estiramiento
puede prevenir el mareo y el
síncope, ya que mantiene el aumento
de la circulación y ayuda
a eliminar el ácido láctico
del aparato circulatorio.
No previene, no obstante,
el dolor muscular del
día siguiente (agujetas).
Las lesiones más comunes
de la práctica
deportiva son el esguince,
el desgarro, la contusión
y la tendinitis.
El esguince o ruptura
parcial o total se produce
cuando los ligamentos se estiran
en exceso. Las áreas más
propensas son los tobillos, las
rodillas y las muñecas.
El desgarro es una lesión
en el músculo o un tendón
que, generalmente, ocurre en
la pierna o en el muslo. Puede
ser una ruptura parcial o
total, o una combinación de
ambas.
Una contusión es un hematoma
causado por un golpe
en un músculo, tendón o
ligamento. Se produce cuando
la sangre drena alrededor
de la lesión, provocando una
coloración en la piel.
La tendinitis es la inflamación
de un tendón que produce
edema, calor, enrojecimiento
y dolor en la zona afectada.
Generalmente es ocasionada
por una serie de pequeños esfuerzos
que, repetitivamente,
lesionan el tendón.
Lo normal es que estas lesiones
se traten con reposo, antiinflamatorios
y, en su caso, masajes,
onda corta o rehabilitación.
Sin embargo, y en caso de que
el tendón siga irritándose, puede
producirse una rotura que requiera
intervención quirúrgica.