Tras el parto son muchas
las mujeres que ven cómo
sus horarios de sueño cambian
de forma radical. No pegan
ojo por las noches y por el día
duermen cuando pueden. Por
ello no es de extrañar que de
lo que más se quejen sea de
cansancio y de falta de sueño,
males que se suelen achacar a
que no descansan todas las
horas que deben, tal y como
apunta un estudio dirigido por
la psiquiatra Karen Dorheim,
del Hospital Universitario Stavanger
de Noruega.
Pero no siempre es así. Y es
que este estudio ha puesto sobre
la mesa que esta fatiga podría
tener en ocasiones su origen
en una depresión. En concreto
lo que sostiene es que la
depresión posparto podría
agravar los trastornos del sueño
de mujeres que los padecían
previamente y que, además, dichas
disfunciones pueden ser,
en sí mismas, un síntoma de
depresión. Es más, durante el
estudio la falta de sueño se asoció
a la depresión al combinarse
con otros elementos, como
tener una pobre relación de
pareja, haber sufrido depresión
antes del embarazo o durante
el mismo y haber vivido situaciones
estresantes a lo largo de
la vida. Por todo ello, la doctora
Dorheim recalca que "es
importarle preguntarle a una
madre reciente que sufre de
cansancio sobre cómo la falta
de sueño afecta a su día a día y
sobre todo si existen factores
en su vida que pueden contribuir
a esa falta de energía".