Cada año se detectan enEspaña unos 25.000 nuevoscasos de cáncer colorrectal,el tumor más frecuente ennuestro país, por delante delde pulmón o el de mama. Afortunadamente, las perspectivasde la persona a la quese diagnostica la enfermedadhan mejorado mucho en losúltimos años gracias a factorescomo la generalización…
Cada año se detectan en
España unos 25.000 nuevos
casos de cáncer colorrectal,
el tumor más frecuente en
nuestro país, por delante del
de pulmón o el de mama.
Afortunadamente, las perspectivas
de la persona a la que
se diagnostica la enfermedad
han mejorado mucho en los
últimos años gracias a factores
como la generalización de las
colonoscopias en grupos de
riesgo identificados para un
diagnóstico precoz y la aparición
de nuevos fármacos que
están transformando con éxito
el tratamiento de esta enfermedad.
El diagnóstico precoz,
por ejemplo, está permitiendo
la curación del paciente en al
menos el 80% de los casos.
Pero lo primero que conviene
saber es que cualquier
persona puede actuar para reducir
el riesgo de que esta patología
aparezca. La primera
medida que conviene adoptar
consiste en mantener una alimentación
sana, algo lógico
si se tiene en cuenta que este
tumor está localizado en el
aparato digestivo. Los especialistas
insisten en que conviene
evitar el consumo excesivo
de carnes rojas y grasas
de origen animal e incluir en
la dieta habitual los vegetales,
frutas y fibra.
Otro de los hábitos recomendados
para la prevención
del cáncer colorrectal es la
práctica regular de ejercicio físico
moderado. Caminar durante
20 minutos diarios, como
mínimo tres o cuatro días
por semana, puede ayudar a
reducir el riesgo. La práctica
de ejercicio ayuda, además, a
combatir el sobrepeso, otro
factor que también está relacionado
con el desarrollo de
este tipo de tumor.
Factores de riesgo
Aunque se desconozca qué
causa el cáncer colorrectal, sí se
sabe que hay una serie de factores
de riesgo asociados a esta
enfermedad. Además de la
edad, la dieta con una alta presencia
de grasas y carnes rojas
o el consumo de alcohol, existen
otros factores que aumentan
las probabilidades de desarrollar
este tumor. Por ejemplo,
las personas que han tenido
pólipos o sufrido enfermedades
inflamatorias intestinales de larga
duración presentan una mayor
probabilidad de llegar a desarrollar
esta patología.
Otros factores son los antecedentes
familiares, la vida
sedentaria o la obesidad. Conviene
tenerlos en cuenta y
consultar con el especialista la
necesidad de someterse o no a
pruebas de detección precoz
con la regularidad que él estime
oportuno. Estos exámenes
son aconsejables sobre todo a
partir de los 50 años.
Signos y síntomas
Los signos del cáncer colorrectal
varían en función de su localización
en el intestino grueso.
Uno de los más frecuentes
es la aparición de sangre en las
heces. Si ésta es roja, puede
tratarse de tumores en el recto,
sigma y colon descendente; si
es negra, se trata de melenas.
La sangre, al mezclarse con las
heces, da lugar a deposiciones
de color negro llamadas melenas
que aparecen con más frecuencia
cuando el tumor está
situado en el colon ascendente.
Entre los síntomas destacan:
cansancio, sensación de
falta de aire, palpitaciones, mareo,
vómitos e incluso anemia
por el sangrado, que puede
pasar desapercibido.
Otros síntomas son la aparición
de diarrea o estreñimiento
de forma intercalada y el cambio
del ritmo intestinal. Hay que
observar si dicho cambio dura
varias semanas, si las deposiciones
son más estrechas de lo normal
-el tumor estrecha el intestino
y no permite el paso normal
de las heces-, y si se queda
siempre con la sensación de no
haber evacuado totalmente, lo
que en términos médicos se conoce
como tenesmo. Son estos
signos los que nos deben llevar
a consultar al médico.
También son frecuentes
los dolores abdominales o las
molestias intestinales, motivadas
por la inflamación y acumulación
de gases tras las comidas,
así como la pérdida de
peso sin causa aparente.
Diagnóstico precoz
La Asociación Española Contra
el Cáncer advierte, no obstante,
que todos los signos y síntomas
anteriormente citados,
al ser inespecíficos, pueden
aparecer por causa de otras
enfermedades distintas al cáncer,
como hemorroides, diarreas
o trastornos digestivos. En
cualquier caso, hay que insistir
en que una oportuna visita al
médico es una buena medida
a adoptar, ya que el cáncer colorrectal
es uno de los pocos
cánceres que se pueden diagnosticar
precozmente, es decir,
antes de que la persona note
algún síntoma.
La advertencia va especialmente
dirigida a las personas
mayores de 50 años, a quienes
tengan antecedentes personales
y familiares de cáncer colorrectal
y/o pólipos, y a personas
diagnosticadas de enfermedad
inflamatoria intestinal o poliposis
colónica familiar. Los análisis
de sangre y orina, el tacto rectal,
la colonoscopia y la biopsia
son algunas de las principales
herramientas de las que se vale
el especialista para emitir un
diagnóstico que confirme o
descarte la existencia de un
cáncer.
Tratamiento
Una vez confirmado el diagnóstico
de cáncer colorrectal y en
qué fase se encuentra, se debe
determinar cuál es el tratamiento
más adecuado. Al igual que
ocurre con la mayoría de los tumores,
es un tratamiento multidisciplinar.
Distintas especialidades
médicas trabajan juntas para
combinar terapias y ofrecer
al paciente las mayores posibilidades
de curación. Los tratamientos
más frecuentemente
empleados en el cáncer de colon
son la cirugía, la radioterapia
y la quimioterapia.
Cabe mencionar también a
los anticuerpos monoclonales,
que suponen una nueva generación
de fármacos que actúan
de forma específica sobre las
células tumorales sin dañar a
las sanas, por lo que provocan
menos efectos secundarios. Se
administran junto con la quimioterapia
para potenciar los
efectos de ésta. Al atacar directamente
a las células tumorales,
provocan menos efectos
secundarios, con la ventaja
añadida de que en ocasiones
permiten intervenir quirúrgicamente
a pacientes en los que
la cirugía estaba descartada en
un principio.
FUENTES: Asociación Española Contra
el Cáncer, Sociedad Española de
Oncología Médica.
Más información:
www.cancerdecolon.info;
www.seom.org;
www.todocancer.com