El último Congreso Europeo
de Cardiología sirvió de
escenario en el que dar a conocer
un estudio que demuestra
no sólo la ya conocida relación
existente entre deporte
profesional y muerte súbita,
sino también la posibilidad de
que se produzca en cualquier
persona.
Aunque el deporte, en general,
protege de la muerte
súbita, el realizado sin ningún
control puede ser, en palabras
del doctor Josep Brugada, presidente
de la Asociación de
Arritmias de la Sociedad Europea
de Cardiología, "el elemento
disparador de muerte
súbita". En concreto, "practicar
ejercicio de forma más intensa
de lo que se está preparado y
sin ningún tipo de control
puede ser negativo, y estos casos
se dan especialmente entre
quienes hacen deporte de
forma moderada". También
merece la pena reseñar que,
entre los casos de muerte súbita
analizados en este estudio,
sólo el 28,4% de los fallecidos
tenían algún tipo de factor
de riesgo o patología coronaria
conocida y la mayoría de
los casos se dieron en centros
e instalaciones deportivas.
Algunos consejos
Someterse como mínimo a un
electrocardiograma y una
prueba de esfuerzo antes de
hacer deporte por primera vez,
iniciar la actividad poco a poco
y tener en cuenta los factores
de riesgo, la edad y la condición
física de cada uno son algunas
de las claves para prevenir
la muerte súbita. Además,
el doctor Brugada considera
indispensable que los centros
deportivos estén preparados
para atender estos episodios,
es decir, que el personal esté
capacitado para reconocer una
pérdida de conocimiento, que
sepan practicar un masaje cardíaco
y que cuenten con un
desfibrilador semiautomático
externo. Sólo así, añade Brugada,
"se podría salvar la vida del
paciente en dos de cada tres
ocasiones".