Mamíferos al fin y al cabo,
los seres humanos también
tenemos la piel cubierta de
pelo, aunque en nosotros éste
presenta, en principio, un aspecto
tan fino, poco pigmentado,
corto y disperso -vello lanuginoso-,
que a nuestro cuerpo
le confiere un aspecto de casi
total desnudez. Como en el resto
de mamíferos, la distribución
de este pelo distingue la edad y
el sexo. Tanto hombres como
mujeres tenemos también otro
tipo de vello que depende directamente
del funcionamiento
de las hormonas sexuales, y
que hace acto de presencia a
partir de la pubertad especialmente
en axilas y región púbica.
Este pelo, en cambio, es duro,
grueso y pigmentado y se le
conoce como pelo terminal. Es
importante destacar que ambos
tipos de vello vienen determinados
por factores personales,
familiares y raciales.
Según explica la Sociedad
Española de Medicina y Nutrición
(SEEN), los andrógenos u
hormonas sexuales masculinas,
que también están presentes
en las mujeres, son las sustancias
que convierten el vello fino,
corto y poco pigmentado,
propio de los niños, en pelo
terminal o adulto. En nuestra
especie, el pelo adulto no se alcanza
antes de los veinte años,
aumenta progresivamente desde
que comienzan a funcionar
las glándulas suprarrenales, a
los 7-9 años, y se incrementa
mucho con la pubertad, con el
funcionamiento de ovarios y
testículos hasta cubrir brazos,
piernas, pubis y axilas en ambos
sexos, y cara, abdomen y
tórax en los hombres.
Problemas
de autoestima
El problema surge cuando el folículo
piloso -la unidad formadora
de pelo localizada en la pielproduce
vello terminal en vez
de lanuginoso. Es entonces
cuando se empieza a hablar de
hirsutismo, anomalía que puede
afectar tanto a hombres como a
mujeres, pero se traduce en
problema cuando aparece en
estas últimas, pues dicho vello
terminal suele crecer en zonas
más características de un varón,
como son las del bigote, patillas
y barba, además del pecho
(areolas mamarias), abdomen,
espalda, cuello, ingles, muslos y
áreas superior e inferior del ombligo.
Todo ello altera sobremanera
la autoestima y provoca un
gran impacto psicológico en las
mujeres que lo padecen.
Se calcula que aproximadamente
el 10 por ciento de la
población femenina se ve afectada
por este trastorno, pero en
ciertos casos más que un problema
estético puede ser indicio
de algún trastorno oculto
grave. Por eso es muy necesario
consultar con el médico cualquier
caso de hirsutismo femenino
para descartar si hay causa
orgánica importante que lo
provoque y, sobre todo, para
conocer su origen exacto y aplicar
el tratamiento adecuado.
Si la aparición de hirsutismo
va acompañada de acné, caída
de cabello, períodos menstruales
irregulares o si la voz comienza a
tornarse más grave, es un signo
de mal pronóstico, pues -señalan
los especialistas- sugiere la
posibilidad de que anuncie un
tumor ovárico o suprarrenal.
Exceso de andrógeno
Según la SEEN, el hirsutismo
suele ser de origen desconocido,
pero también las causas
pueden residir en trastornos
que conllevan exceso de andrógenos
en la circulación, que
actúan sobre el pelo. El exceso
de andrógenos -explica esta sociedad
científica-, suele deberse
a que los ovarios o las glándulas
suprarrenales experimentan
un aumento de producción de
hormonas androgénicas -es
más común el exceso de andrógenos
de origen ovárico
que el suprarrenal-, lo que obedece
a distintas causas, aunque
por lo general son sólo alteraciones
del funcionamiento
glandular, en ocasiones congénitas,
en otros casos su origen
deriva de la presencia de procesos
tumorales.
Hay pacientes diabéticos
que ofrecen resistencia a la insulina,
la cual no es reconocida
por las células de su organismo,
por lo que el páncreas producirá
la sustancia continuamente
sin que sea aprovechada
debidamente. Este exceso de
insulina actúa directamente sobre
los ovarios, provocando
igualmente un aumento de
producción de andrógenos.
También ciertos productos
farmacéuticos pueden acarrear
hirsutismo -en cuyo caso ya no
estaríamos hablando de hirsutismo,
sino de hipertricosis-, sobre
todo algunos anticonceptivos
orales y corticoides. en raras
ocasiones se debe a la administración
de hormonas. La herencia
es otra de las causas posibles
y en el 40 por ciento de los casos
se observa obesidad.
La Sociedad Española de
Medicina Estética (SEME) pone
de relieve que con la edad, y en
especial con la menopausia, la
cantidad de vello facial se incrementa
y en muchas ocasiones
se transforma en pelo terminal,
debido al aumento de los niveles
de testosterona. El incremento
de esta hormona también
puede deberse a obesidad,
síndrome de ovario poliquístico,
hipotiroidismo, afecciones de
las glándulas suprarrenales y la
utilización de ciertos medicamentos
(minoxidil, fenitoína,
esteroides, anabolizantes, ciclosporina,
corticoides y algunos
contraceptivos orales).
Buscar la causa
y tratar
Para confirmar el diagnóstico,
el endocrino ordenará estudios
hormonales, análisis sanguíneos,
pruebas de imagen
como tomografía axial computerizada
(TAC)) o resonancia
magnética nuclear (RMN) de
los órganos productores de
hormonas (hipotálamo, hipófisis
y glándulas suprarrenales),
ecografías pélvicas" todo ello
encaminado a valorar el estado
de los ovarios y conocer los
niveles de testosterona existentes
a fin de descubrir el órgano
responsable de esa excesiva
cantidad de andrógenos.
Los médicos recomiendan
a las mujeres afectadas de hirsutismo
abordar el problema
sin complejos, acudiendo a la
consulta en busca de una solución.
El tratamiento a seguir
dependerá de la causa. Si se
encuentra un tumor, obviamente
el médico prescribirá
su extirpación o tratamientos
quimioterápicos adecuados
para paliar sus efectos.
Si lo que hay es un déficit
hormonal, administrará por
vía exógena las hormonas
necesarias.
También es conveniente bajar
de peso si hay obesidad de
por medio, pues de esta manera
se contribuye a disminuir la
cantidad de hormonas causantes
del hirsutismo.
Si se descartan todas las
causas orgánicas posibles y se
llega a la conclusión de que
estamos ante un hirsutismo de
causa desconocida que no tiene
tratamiento médico o quirúrgico,
la medicina estética es
una salida. hay soluciones de
orden cosmético o estético
económicamente asequibles
para todos los bolsillos. En un
centro especializado le podrán
erradicar el vello mediante tintes,
cremas, maquillajes, sistemas
de depilación fotoeléctrica
o por láser, aunque estos
procedimientos no solucionan
ni total ni parcialmente la causa
del hirsutismo.
La depilación eléctrica
puede ser utilizada en cualquier
momento, se adapta a
cada necesidad y permite extraer
el pelo de raíz, pero es
un sistema lento no recomendable
para grandes áreas epidérmicas.
Por su parte, el láser
actúa mediante una descarga
de luz altamente concentrada
que calienta la raíz del pelo
hasta destruirla sin dañar tejidos
aledaños y sin producir
dolor. No es una depilación
definitiva, pero sí bastante duradera
que resulta poco apta
para piel delicada. Estos tratamientos
de depilación deben
realizarse con aparatos que se
ajusten a la normativa de aplicación.