El papel del farmacéutico como
educador en salud ha
quedado puesto de relieve una
vez más con motivo de la aplicación
de la Ley Antitabaco. En
este sentido, en el transcurso de
una conferencia desarrollada recientemente
en Zaragoza sobre
el Manejo del Tratamiento Sustitutivo
de Nicotina (TSN) por el
farmacéutico, quedó puesto de
manifiesto que la aportación
de la oficina de farmacia en el
ámbito de la deshabituación
tabáquica comprende dos vertientes
esenciales: la dispensación
activa, aportando al usuario
información rigurosa sobre
los distintos tratamientos existentes
gracias al conocimiento
que el farmacéutico tiene del
mercado; y el desarrollo de
programas a la medida de cada
usuario, con un correcto
uso de la TSN, una motivación
adecuada y un seguimiento
continuado en el tiempo para
conseguir resultados positivos.