El dolor de espalda es un
motivo frecuente de asistencia
sanitaria en los países
occidentales. Aunque este dolor
se puede presentar en cualquier
parte de la espalda, el
área afectada más común es la
parte baja de la espalda, debido
a que soporta la mayor
parte del peso corporal.
Son muchas las personas
que refieren molestias lumbares
o cervicales que afectan, de
manera ostensible, a su calidad
de vida. Tal y como asegura Ignacio
Álvarez García de Quesada,
responsable de la Unidad
de Columna del Servicio de
Traumatología del Hospital
Quirón de Madrid, "esta realidad
está asociada al tipo de actividad
que se desempeña, si
bien no guarda relación directa
con trabajos de altos requerimientos
físicos. "Es más", subraya,
"en los trabajos sedentarios,
de oficina, es más frecuente el
dolor cervical que en aquellos
otros en los que se requieren
esfuerzos físicos controlados.
Las largas jornadas frente al ordenador
o al teléfono, los viajes
y reuniones frecuentes, y las
pocas horas de sueño justifican
la aparición de dolor, sobre todo
a nivel cervical y lumbar. A
esto se añade, además, una falta
de tiempo para la realización
de ejercicio físico regular".
Recomendaciones
El primer paso para evitar los
dolores de espalda es la prevención
y para ello hay que vigilar
la ergonomía en el puesto
de trabajo. Es necesaria la regulación
adecuada en la altura
del asiento (mejor baja), alejar
el teclado del borde de la mesa
con el fin de apoyar y descansar
los antebrazos y colocar el
monitor a la altura de la vista.
El resto de medidas que se recomiendan
son la dieta mediterránea,
evitar el consumo de
tabaco, e intentar realizar ejercicio
de manera regular.
En este capítulo, Ignacio
Álvarez incide en la necesidad
de la práctica deportiva, abogando
por "los ejercicios aeróbicos
-carrera suave, bicicleta,
gimnasia de mantenimiento,
aerobic, tai-chi o pilates, entre
otros- que mejoran la movilidad,
el tono muscular y la
elasticidad, sin riesgo de lesiones.
En cuanto a nadar, "está
discutida la recomendación
universal de la natación, ya
que la práctica de la braza
prolongada genera dolor cervical
bajo".
Este traumatólogo aconseja
además que el dolor de espalda
sea tratado inicialmente con
calor local y reposo relativo. Si
bien la automedicación no está
recomendada, se puede consumir
un analgésico común hasta
la consulta con el médico. El
dolor prolongado que no mejora
al cabo de unos días, la
presencia de dolor en un brazo
o una pierna, la aparición de
hormigueos o la pérdida de
fuerza son signos de alarma y,
por tanto, es necesario recurrir
al traumatólogo.