Cada año por estas fechas
gran parte de la población
se hace el mismo propósito:
empezar a hacer deporte.
Tras años de fracaso, muchas
personas han conseguido hacerlo
realidad gracias a la Wii.
Y es que para los que ir al gimnasio
es una misión imposible
y para los que les da pereza
salir a correr o quedar con los
amigos a jugar un partidillo, la
Wii es una bendición que les
ha traído el deporte a casa.
Basta con tener el juego ‘Wii
Sports’ para poder jugar un
partido de tenis o de béisbol e
incluso emular a los grandes
golfistas de nuestro tiempo sin
ni siquiera tener que salir del
salón. Pero el ‘Wii Sports’ no
era el único ‘as’ que se escondía
Nintendo en la manga.
Con el tiempo, apareció el ‘Wii
Fit’, un sofisticado programa
de entrenamiento físico que
valiéndose de una tabla ha llevado
el gimnasio a los hogares
españoles. La Wii es, por tanto,
todo un descubrimiento
que ha logrado quitar el polvo
de la pereza, enfrentarse al sedentarismo
y hacer mover el
esqueleto a más de un caso
imposible, convirtiéndose en
una herramienta muy efectiva
para quemar calorías y en una
indudable fuente de salud.
Sobreesfuerzo
Pero no todo son buenas noticias.
La Wii engancha y no cansa
mucho, así que se puede estar
jugando durante horas a los
bolos, por ejemplo, sin percatarse
de que se está forzando
los músculos más de la cuenta.
Y es que los deportes de la Wii
no requieren ni la mitad de esfuerzo
que los reales y, mientras
que en la cancha son muchos
los que tienen que retirarse en
seguida porque les fallan la
fuerza física y/o la resistencia,
en el deporte virtual estos factores
no cuentan, por lo que alguien
que nunca ha hecho deporte
puede jugar al tenis
durante horas sin que su cuerpo,
a primera vista, se resienta.
Si a ello se suma que, como
con la Wii la energía no se disipa
y se acumula en la articulación
y en los tendones, el riesgo
de lesión está servido. Y es que
cuando se juega al tenis virtual
no se golpea a ninguna pelota
sino al aire por lo que la energía
no sale con el golpe. Sin menoscabar
además que la mayoría
de los jugadores hacen caso
omiso a los tiempos estipulados
por el aparato para hacer cada
ejercicio y prefiere seguir jugando
a descansar unos minutos.
El problema es que a la
mañana siguiente hay quien
no sólo tiene que enfrentarse a
las más que lógicas agujetas sino
a lesiones de mayor o menor
gravedad en función del
tiempo que se haya estado jugando
y del estado físico de
cada persona.
Un nuevo término
Desde que en el año 2007 el
doctor Julio Bonis acuñara el
término ‘Wiiitis’ en una carta
remitida a la revista científica
New England Journal of Medicine,
no se ha dejado de hablar
de la que es la última dolencia
de la era de los videojuegos. Y
todo porque una mañana de
domingo este joven médico
residente se levantó con un
fuerte dolor en su hombro derecho.
El diagnóstico fue una
tendinitis aguda que no era
fruto de ninguna caída o lesión
deportiva sino de haber
pasado más horas de la cuenta
jugando al tenis virtual de la
Wii. De la Nintendinitis que se
describió por primera vez en
1990, que afectaba sobre todo
a niños y se cebaba especialmente
con los dedos pulgares
por apretar sin cesar los botones
del mando, se ha llegado
casi veinte años después a esta
nueva variante.
El término wiiitis engloba
por tanto a aquellas lesiones
que acarrea esta revolucionaria
videoconsola; lesiones que recaen
con más frecuencia en el
codo, en el hombro y en la mano,
pues el brazo que sujeta el
mando es el principal responsable
de la partida y quién más
esfuerzo ha de soportar. Aún
así, no hay que olvidar que con
este juego se mueve todo el
cuerpo, por lo que son muchas
las partes de nuestra anatomía
que pueden resentirse, como
las piernas y la espalda. Tal y
como asegura el doctor Bonis,
"los juegos del futuro podrían
involucrar distintos e inesperados
músculos del cuerpo".
Prevención
y tratamiento
Las personas que más horas dedican
a este juego son las que
tienen entre 30 y 35 años de
edad, y por tanto son las más
afectadas por lesiones similares
a las que podrían producirse
haciendo "auténtico deporte".
De modo que, aunque nunca
haya pisado una pista de tenis y
sin moverse del salón, no se extrañe
si el médico le diagnostica
codo de tenista.
Así que antes de encender
la Wii póngase ropa cómoda y
estire y caliente como si fuera a
practicar deporte real y cuando
termine no se olvide de estirar y
calentar de nuevo. Siguiendo
estas pautas y descansando diez
minutos cada hora de juego se
protege contra una posible lesión.
Y por último, no olvide
que tanto en el deporte real como
en el virtual la mejor prevención
es la moderación.
FUENTE: www.elmundo.es