La cistitis es una infección
urinaria que afecta a la vejiga,
un trastorno que es muy
común en las mujeres, pero
que también se puede presentar
en los hombres. Por lo general
se cura en pocos días,
pero en algunas ocasiones la
infección se vuelve crónica,
pudiendo incluso dar lugar a
una infección renal.
Se caracteriza por la presencia
de dolor o escozor al
miccionar, dolor en la zona
pubiana y por el aumento notable
y acuciante de la frecuencia
de las micciones, las
cuales, a su vez, suelen ser de
escasa cantidad. A veces la orina
se muestra sanguinolenta.
El cuadro cursa siempre sin fiebre;
si la hay, es indicio de que
además existe otro órgano
afectado.
Los especialistas recomiendan
acudir al médico si
los síntomas no desaparecen
en 2 ó 3 días y hacerlo lo antes
posible cuando aparece
fiebre, escalofríos o dolor de
espalda; también si se observa
presencia de sangre en la orina,
secreción vaginal o del pene.
Especial atención a estas
recomendaciones deben tomar
las mujeres embarazadas
y las personas aquejadas de
hipertensión arterial o con
problemas renales, para evitar
que la infección acarree otras
complicaciones.
Las más habituales
Datos de la Sociedad Catalana
de Medicina de Familia revelan
que el 50% de las mujeres
sufre una cistitis a lo
largo de su vida y algunas
presentan más de un episodio.
Por su parte el doctor
Juan Javier Zudaire Bergera,
urólogo de la Clínica Universitaria
de Navarra, insiste en
que "la infección urinaria es
la enfermedad más frecuente
del aparato urinario y de todo
el organismo después de
las afecciones respiratorias.
En España supone el 10% de
las consultas del médico general
y el 40% del urólogo.
En el ámbito hospitalario es
la infección más usual".
Habitualmente -prosigue
este especialista- la infección
urinaria implica la presencia
de bacterias y, excepcionalmente,
hongos o virus. "Es
una patología fundamentalmente
femenina. Sólo en los
lactantes la proporción niños/
niñas es mayor. En la edad
pre-escolar, el 4,5% de las niñas
y el 0,5% de los varones
padecen infección (proporción:
1/10, es decir, un niño
cada diez niñas) y, en la edad
escolar, la relación niño/niña
es de 1/30.
Menor recorrido
En la mayoría de los casos -más
del 90%- el agente infeccioso
que causa la infección bacteriana
es Escherichia coli, que se aloja
de forma natural en el tracto
intestinal. El hecho de que la incidencia
de cistitis sea mayor
en las mujeres se debe a que
en ellas la longitud de la uretra
-conducto de conducción de la
orina desde la vejiga al exteriores
menor que en los hombres y
su proximidad al ano es mayor,
con lo cual los microbios "tienen
que recorrer un camino más
corto" para provocar la infección.
Esta circunstancia favorece
la transmisión de bacterias desde
la piel y los órganos genitales
hacia el interior del cuerpo.
También predispone a padecer
cistitis el uso de espermicidas,
la toma de antibióticos,
la menopausia y lavarse con
excesiva frecuencia la zona genital,
ya que esto provoca que
la flora protectora desaparezca.
En cambio, y descartando
falsos mitos, no favorece la cistitis
la ducha, la obesidad o los
tampones.
Embarazo
En líneas generales, el riesgo
de contraer cistitis es mayor
en quienes presentan una uretra
estrecha debido a infecciones
anteriores u obstrucciones
en el uréter (conducto que lleva
la orina desde el riñón a la
vejiga). La cistitis es, asimismo,
frecuente en personas con esclerosis
múltiple u otras enfermedades
neuromusculares
que afectan a la vejiga.
En las mujeres el riesgo de
cistitis aumenta durante el embarazo
debido a la presión que
el vientre abultado ejerce sobre
la vejiga. Las cistitis que se producen
como consecuencia de
las relaciones sexuales se explican
por el intercambio de flora
bacteriana que se produce entre
el varón y la mujer durante el
acto sexual. En el caso de los
hombres, aquellos que tienen la
próstata aumentada de tamaño
(prostatitis, hiperplasia prostática,
etc.), corren igualmente mayor
riesgo de contraer cistitis.
Fácil diagnóstico
El diagnóstico de la cistitis se
realiza con un método sencillo y
muy fiable: las tiras reactivas. En
pocos minutos se puede confirmar
si existe cistitis, sin necesidad
de realizar más pruebas. El
tratamiento es antibiótico y debe
seguir por tanto estrictamente
las instrucciones del médico
de cabecera o del especialista. Y
es que como ya hemos advertido
desde EL PERIÓDICO DE LA
FARMACIA en numerosas ocasiones,
la automedicación puede
dar lugar a importantes problemas
de salud.
Más información:
www.scmfic.org;
www.aeped.es