Dos son las característicasque llaman especialmentela atención sobre lacistitis: una, su marcada preferenciapor las mujeres y,dos, el hecho de que a pesarde tratarse de una infecciónmuy común en ellas -alrededorde un 40-50 por cientose ven afectadas por estetrastorno en algún momentode su vida- el conocimientoque…
Dos son las características
que llaman especialmente
la atención sobre la
cistitis: una, su marcada preferencia
por las mujeres y,
dos, el hecho de que a pesar
de tratarse de una infección
muy común en ellas -alrededor
de un 40-50 por ciento
se ven afectadas por este
trastorno en algún momento
de su vida- el conocimiento
que éstas, en general, tienen
de la misma es sorprendentemente
escaso. Por ejemplo,
existe una creencia muy difundida
de que se trata de
una enfermedad de transmisión
sexual, o que es el resultado
de haber pasado frío,
incluso de que es contagiosa.
Nada de eso.
Las infecciones del tracto
urinario (ITU) representan el
segundo tipo de infección en
el ámbito ambulatorio tras las
infecciones respiratorias. La
más común de todas ellas es
la cistitis aguda, que afecta a
la zona baja del sistema urinario,
tanto a la uretra como
a la vejiga. Es una patología
que afecta principalmente a
las mujeres adultas y se calcula
que entre un 30 y un 50
por ciento de las mujeres tendrán
al menos un episodio de
ITU en su vida. Sin embargo,
en hombres es una infección
muy rara antes de los 50
años (0,1 por ciento) y únicamente
en edades avanzadas y
en pacientes con sondas se
iguala a la mujer. También
afecta a los recién nacidos:
alrededor de un 1 por ciento
de ellos están afectados por
esta infección.
La razón de que sea la mujer
la más propensa a sufrir cistitis
reside en que la longitud
de la uretra (conducto que comunica
la vejiga con el exterior,
permitiendo la salida de la
orina) es en ella más corta -
unos 4 centímetros-, que en el
hombre -unos 20 centímetros-
, a lo cual se suma el hecho de
que las pequeñas distancias
existentes entre el orificio de
salida de este conducto, la entrada
de la vagina y el ano favorecen
una fácil colonización
vaginal por parte de los gérmenes
fecales y consecuentemente
su ingreso en la uretra.
Ello explica por qué un buen
porcentaje de mujeres sufre
con tanta frecuencia la denominada
cistitis recurrente o
cistitis de repetición, esto es,
más de dos episodios al año.
Ante esta situación, la Sociedad
Española de Farmacia
Comunitaria (SEFAC) ha elaborado
un conjunto de recomendaciones
sobe este trastorno
dirigidas a la población.
Recomendaciones
» La primera vez que se
observen los síntomas (ganas
permanentes de orinar, en las
que además apenas se orina, y
una sensación de quemazón
durante la micción) hay que
acudir rápidamente al médico,
que con dos sencillas pruebas
puede hacer un correcto diagnóstico
y poner el tratamiento
adecuado.
» Es fundamental tener
una adecuada higiene. Sobre
todo en la mujer es importante
hacer una limpieza de delante
hacia atrás después de la
defecación. Casi el 80 por
ciento de las cistitis las provocan
bacterias que provienen
del intestino, aparecen en las
heces y se convierten en patógenas
al penetrar en el sistema
urinario. Por ello es muy adecuado
instruir a las niñas en
una correcta limpieza.
» Orine después de mantener
relaciones sexuales, sobre
todo si es mujer. El canal
urinario está muy cerca de la
vagina y se puede producir
contaminación. El pico de incidencia
de cistitis no complicadas
se encuentra entre los 18
y los 39 años de edad.
» Cambie al bebé de pañal
repetidas veces al día para
evitar que las heces afecten al
conducto urinario. En los primeros
meses tras el nacimiento
la infección urinaria se da
más en varones y posteriormente
se invierte la proporción
y se da más en las niñas.
» En pacientes con infecciones
del tracto urinario complicadas
y recurrentes se recomienda
actualmente hacer un
tratamiento de un mes en cada
estación con arándano rojo.
Las sustancias químicas que
se encuentran en esta planta
impiden que las bacterias que
producen la infección urinaria
se adhieran a las paredes de la
uretra.
» Para efectuar la limpieza
general diaria es preferible
la ducha antes que los baños
de inmersión. Igualmente en
los baños en la piscina y en los
ríos es conveniente orinar después
del baño.
» Mantenga una buena
hidratación corporal y beba
abundantes líquidos. Al orinar
más se arrastran las bacterias
que pudieran provocar la infección
y se produce lavado
de la vejiga que ayuda a reducir
la colonización bacteriana.
» Es más común la infección
urinaria recurrente (más
de tres cistitis al año) en personas
con estreñimiento. Una
dieta adecuada con abundante
fibra además de fruta y líquidos
puede ayudar a reducir
el estreñimiento y, por tanto, a
prevenir la cistitis.
» Tenga en cuenta que la
dificultad para orinar es un
síntoma que puede observarse
en otras situaciones sin infección
urinaria como inflamación
de los genitales externos
femeninos, lombrices, empleo
de irritantes locales (geles, jabones
de baño, ropa ajustada),
ciertos alimentos y bebidas,
medicamentos (vitamina
C) y estrés emocional. Por ello
es muy importante la visita al
médico para que realice el
diagnóstico correcto.
» Los dos test con tira
reactiva que se suelen hacer
en Urgencias tienen un gran
valor diagnóstico. En caso positivo
de ambos, la infección
es segura en un 93 por ciento.
En el caso de que ambos
test sean negativos, la probabilidad
de que no sea infección
urinaria es del 98 por
ciento.
FUENTE: Sociedad Española de Farmacia
Comunitaria (SEFAC).