Según el Estudio Afrodita,
un trabajo realizado recientemente
en España entre mujeres
de 18 y 70 años de las
17 comunidades autónomas
para evaluar la cobertura del
cribado del cáncer de cuello
de útero mediante citología
vaginal a nivel nacional, las
mujeres de niveles sociales menos
privilegiados, las de más
de 55 años y las habitantes de
zonas rurales no se realizan las
citologías con la periodicidad
suficiente para prevenir este tipo
de cáncer. Además, aunque
se efectúa un elevado número
de citologías en España, todavía
hay cerca de un 20% de
mujeres que no se han hecho
nunca esta prueba. Y estos datos,
cuando en nuestro país el
cáncer acaba cada año con
aproximadamente 740 de las
2.100 mujeres que anualmente
lo padecen.
A pesar de todo, las tasas
de incidencia de este tipo de
cáncer en nuestro país son de
las más bajas de Europa. Una
de las cuestiones que se plantean
ahora los especialistas es
cómo, a pesar del cribado, el
cáncer de cuello de útero no
sólo no ha desaparecido sino
que ha aumentado el número
de casos en los últimos años.
Y es precisamente esta incógnita
el motor de inicio del Estudio
Afrodita, pues para los
especialistas es importante
cuantificar y monitorizar el uso
de la citología para poder planificar
y racionalizar su uso en
un país con un cribado "oportunístico"
como el nuestro.
El cribado en España
Los programas organizados
de cribado poblacional mediante
citología, aunque con
limitaciones, han demostrado
disminuir la incidencia y mortalidad
derivada del cáncer de
cuello uterino. Sin embargo,
en España, quizá debido a las
bajas tasas de incidencia tradicionales,
no se han puesto en
marcha. La estrategia de realización
de citologías ha sido
"oportunística" en las revisiones
ginecológicas y no ha habido
programas de cribado
poblacionales organizados. En
consecuencia, se ha sobreutilizado
la prueba en las mujeres
más jóvenes, con más medios
económicos y de bajo riesgo,
y se ha infrautilizado en las
mujeres mayores, con menos
medios económicos y que
más lo necesitan. Así, según
explica el Dr. Luis María Puig-Tintoré, jefe del Servicio de
Ginecología del Hospital Cliníc
de Barcelona y coordinador
del Estudio Afrodita junto con
el Instituto Catalán de Oncología,
"la ausencia de un cribado
poblacional organizado motiva
que las mujeres que no acuden
voluntariamente a un
control tengan un riesgo más
elevado de desarrollar un cáncer".
Por otra parte, el cribado
"oportunista" o a voluntad de
la mujer es poco eficiente, al
reiterarse innecesariamente su
frecuencia.
Desigualdades
ginecológicas
El Estudio Afrodita refleja una
cobertura desigual del cribado
de cáncer de cuello uterino
en España. De hecho, existen
comunidades donde el 80%
de la cobertura general les
queda muy lejos. Así, mientras
que algo más de ocho de
cada diez canarias disfrutan
de cobertura citológica, en el
caso de las extremeñas las privilegiadas
no llegan a ser más
que seis de cada diez. Además,
las mujeres de ciudad lo
tienen más fácil, ya que el cribado
se ve favorecido en este
tipo de núcleos poblacionales.
La edad también es un
determinante a tener en
cuenta. Así, mientras que un
77% de las mujeres de entre
26 y 35 años se han realizado
una citología, el porcentaje
aumenta al 84% en el tramo
de edad de entre 36 y 55
años y disminuye al 63% en
las mujeres de más de 55
años. Otro factor influyente
en la realización de citologías
es la clase social. Según pone
de manifiesto el Estudio Afrodita,
el 59% de las mujeres situadas
en el nivel más bajo
de la escala social se han realizado
alguna vez una citología
frente al 83% de las privilegiadas
del estatus social más
elevado.
Uno de los datos más llamativos
que saca a la luz este
estudio es que a un 73% de
las mujeres nunca le han hablado
de cómo prevenir o evitar
el cáncer de cuello de útero.
Ante esta situación, se
hace necesario mejorar la difusión
de la información y utilidad
de la citología cervical
para la prevención del cáncer
de cuello uterino.
Más información:
www.cdc.gov