El cardiólogo Valentín Fuster
ha manifestado recientemente
en Barcelona su preocupación
por la epidemia que
ya supone la enfermedad cardiovascular,
que se verá incrementada
en gran medida por
el considerable aumento de la
obesidad infantil en los últimos
años, a no ser que se produzca
un profundo cambio en
la dieta y en el estilo de vida.
El Dr. Fuster ha destacado
que la obesidad infantil ha
aumentado un 35 por ciento a
nivel mundial en los últimos
diez años. Este aumento de la
obesidad es peligroso, además,
porque puede provocar diabetes,
hipertensión y trastorno de
los lípidos (colesterol).
En España, entre el 8 y el
16 por ciento de los niños con
edades comprendidas entre los
seis y siete años padecen obesidad,
mientras que entre la
población adulta la sufren un
20 por ciento y casi un 30 por
ciento tiene sobrepeso. Esta
problemática es responsable
de 28.000 muertes cada año
en España, lo que supone el
8,5% de todas las defunciones.
Según Fuster, uno de los
aspectos más preocupantes
del aumento de la obesidad
infantil es que es muy poco
probable que se produzca un
cambio de tendencia en estos
niños cuando llegan a la edad
adulta. Por ello, en su opinión,
"los esfuerzos deben centrarse
en la educación y en la prevención,
más que en el tratamiento,
como se ha venido
realizando desde siempre". En
este sentido, recalcó que "podemos
influir en una etapa especialmente
receptiva, como
lo es el periodo de tres a siete
años de edad, en la que modelamos
nuestra conducta en
el futuro".
Durante su intervención,
el reconocido cardiólogo ha
explicado las principales causas
de esta epidemia de la enfermedad
cardiovascular, como
son el mal hábito de
comer rápido y barato (por lo
que consumen más hidratos
de carbono y más grasas); que
los alimentos se conservan con
sal, lo que favorece la aparición
de hipertensión, y la penetración
de las compañías tabacaleras
en los países pobres.
Esta epidemia, manifestó
Fuster, también ha sido favorecida
por la expansión de la enfermedad
cardiovascular en los
países pobres, es decir, en dos
terceras partes del mundo, donde
se calcula que, en 2015, se
habrá logrado disminuir el índice
de pobreza y se habrá conseguido
dominar patologías como
el sida, la malaria o la tuberculosis,
pero que, en cambio, nada
se habrá podido hacer contra la
enfermedad cardiovascular.
Valentín Fuster ha destacado
que, de cara a suavizar el
problema de la obesidad entre
la población adulta, en Nueva
York está desarrollando un
proyecto de bastante envergadura
en el que propondrá
adoptar medidas legales como
sancionar en restaurantes si se
da demasiada comida o si no
se cocina con aceite de oliva.
Además, se darán recomendaciones
preventivas, como tomarse
la presión arterial al menos
una vez al año. En este
sentido, Fuster destacó que "el
50 por ciento de los episodios
cardiovasculares suceden en
personas con hipertensión".