El bajo riesgo de transmisión
del virus de la hepatitis
C, tan sólo a través de la
sangre, y su difícil contagio en
la actualidad hacen prever
que dicha enfermedad, que
afecta al 2,5 por ciento de la
población en España, se acabe
erradicando por sí misma, según
afirmó Manuel García
Bengoechea, especialista de
Digestivo del Hospital Donostia
(San Sebastián), en el marco
de la reunión anual de la
Sociedad Europea para el Estudio
del Hígado.
En España, la prevalencia
de la hepatitis C es incluso
mayor que la de la hepatitis B,
aunque García Bengoechea
aseguró que 'en los últimos
años ya apenas se producen
contagios'. Esto se debe, explicó,
a que se transmite directamente
a través de la sangre
y los contagios hoy en día sólo
están asociados a posibles
errores en una transfusión, algo
que está altamente controlado
-de hecho, la probabilidad
es de un contagio por cada
millón de donaciones de
sangre- mientras que el desarrollo
de nuevos fármacos hace
posible que en un 60 por
ciento de los casos los nuevos
contagios tengan cura.
Además, la población de
infectados crónicos en España
está marcada por un periodo
concreto, entre la década de
los años 60 y 90, período en el
que se produjo un importante
número de infectados por el
uso de jeringas no desechables
y por el consumo de drogas
intravenosas. 'Estas prácticas
de riesgo ya están prácticamente
erradicadas y el paciente
actual en su mayoría es de
unos 40-50 años, de ahí que
una vez pase esta generación
la prevalencia del virus 'descenderá
drásticamente', indicó
este experto.