La negligencia y el abandono
son, en España, los tipos de
maltrato que con más frecuencia
sufren las personas mayores
de 65 años dependientes -uno
de cada cuatro-, según un estudio
realizado por el doctor
Francisco Sánchez del Corral,
secretario de la Sociedad Española
de Geriatría y Gerontología.
En su mayoría, tales maltratos
son infligidos por los
profesionales de los servicios sociales
o familiares y cuidadores.
De igual modo, el abuso psicológico,
la explotación financiera
y el abuso físico son otro tipo
de maltrato frecuente entre los
mayores dependientes atendidos
en sus domicilios.
Sánchez del Corral recomienda
que cuando exista sospecha
de maltrato se hable en
primer lugar con el trabajador
social que atiende al anciano y
con el equipo de Atención Primaria,
'que conoce bien a su
paciente y tiene acceso directo
a él'. No obstante, matiza que
aunque la sospecha 'no implica
necesariamente la existencia de
un maltrato al mayor, se debe
conocer la elevada prevalencia
de este problema y tener una
actitud sensible ante él'.
Cabe señalar que el Centro
Nacional Americano de Abuso
al Anciano define el concepto
'negligencia' como el rechazo,
negativa o fallo para completar
cualquier parte de las obligaciones
o deberes a un anciano,
de forma voluntaria o involuntaria,
mientras que el 'abuso'
se describe como la deserción
o abandono por un individuo
que ha asumido el papel de
cuidador o por la persona que
tiene la custodia física.
En palabras de Sánchez del
Corral, dicho concepto incluye
'no aportar medidas económicas
o cuidados básicos como
comida, hidratación, higiene
personal, vestido, cobijo, medicinas,
seguridad personal o
cualquier otro tipo de atención,
incluida en una responsabilidad
explícita o acordada'. En este
contexto -prosigue- un tipo de
negligencia frecuente se produce,
por ejemplo, cuando el médico
de familia no acude de forma
reiterada al domicilio del
paciente ante las sucesivas peticiones
de la familia por los problemas
de salud que éste presenta.
Asimismo, la falta de
higiene o no cambiar la postura
del anciano en la cama para evitar
la aparición de úlceras por
presión sería otra forma de negligencia
por profesionales de
un servicio de Urgencias, o
cuando nadie dedica tiempo para
dar de comer a un paciente
que, por su enfermedad, no
puede hacerlo por sí mismo.