El jefe del Servicio
de Neurología del
Hospital Carlos Haya
de Málaga, Óscar Fernández,
ha señalado
que la pérdida del
sentido del olfato, los
trastornos del sueño y
la depresión son indicios
que revelan que
la persona que los padece
puede sufrir de Parkinson
en un futuro. Hasta un 90 por
ciento de los pacientes con
Parkinson pierden el olfato
años antes de que desarrolle la
enfermedad. No obstante, con
esta afirmación 'no se trata de
alarmar, sino de informar a la
población de que un diagnóstico
precoz retrasa su aparición',
según apuntó.
Los enfermos responden
en su mayoría a un mismo
perfil, siendo mayoritariamente
hombres con más de 50
años. 'Con la edad, la probabilidad
crece aunque también
existen casos en la población
joven, cuya causa es
exclusivamente genética',
según Fernández.
En cuanto al diagnóstico
y su tratamiento,
aseguró que una vez
que al paciente se le
diagnostica la enfermedad,
el tratamiento
con dopamina funciona
muy bien.
En su opinión 'el diagnóstico
de Parkinson no es una
cosa buena, pero tampoco es
terrible. Se trata de una enfermedad
'caprichosa' que se
comporta de manera diferente
con cada enfermo, lo que hace
que cada tratamiento sea
totalmente personalizado.