En relación con la piel, las
apariencias no engañan.
Efectivamente, la piel masculina,
aseguran los expertos, es lo
que parece: más fuerte, más
dura, más grasa y más gruesa
que la piel de la mujer, que es
más suave y delicada. No obstante,
la piel del hombre no escapa
a las agresiones que le
prodigan el entorno y los malos
hábitos higiénicos. La edad,
el cansancio, la contaminación,
el estrés, las dietas desordenadas,
el consumo abusivo de tabaco
y alcohol, la ausencia de
ejercicio físico' todos ellos son
factores que afectan a la piel de
ambos sexos, si bien es cierto
que en la de los hombres su incidencia
es distinta, entre otras
razones, porque la piel masculina
es más rica en colágeno
-proteína natural que proporciona
fortaleza y resistencia a la
piel- que la piel femenina.
Con dos metros cuadrados
de superficie, cuatro kilos de
peso y 0,2 milímetros de grosor,
la piel es el órgano más
grande del cuerpo humano.
Vale, pues, la pena prodigarle
todo tipo de cuidados, pues
con ello estaremos potenciando
su función protectora contra
el calor, el frío, la contaminación,
el polvo y las bacterias.
Dicha función protectora es
clave para el organismo, razón
por la que es necesario mantenerla
limpia y correctamente
hidratada.
Interés creciente
Pero, en lo que respecta a
nuestro país, aún queda un trecho
por recorrer. El estudio
'Hábitos de cuidado de la piel
en la población española', realizado
el pasado año por Laboratorios
Vichy, puso de relieve
que el 41% de los españoles no
utiliza ningún producto específico
para el cuidado de su piel,
pero más alarmante es aún el
hecho de que el 80% de la población
española nunca se ha
interesado por saber cuál es su
tipo de piel.
No obstante y por fortuna,
en la actualidad, cada vez más
forma parte de la vida cotidiana
el interés de los hombres por
lucir una piel más joven y saludable,
entre otras cosas porque
la sociedad de nuestros días así
lo exige. Quizá por ello el mercado
de la cosmética dirigida a
los hombres ha evolucionado
tanto últimamente, hasta el
punto que permiten a éste no
sólo mejorar su imagen, sino
también cuidar su salud cutánea.
Los productos de belleza
masculinos contemplan la limpieza
facial, la higiene personal,
productos para protegerse de la
acción del sol y artículos para
que el afeitado resulte lo menos
irritante y traumático posible
para el cutis. De ahí que antes
de aplicarse un determinado
producto sea conveniente dejarse
aconsejar por algún especialista,
a fin de conocer las características
de la propia piel, de
los agentes que la erosionan y
de los cosméticos más adecuados
para protegerla.
Los hombres que recurren
a la cosmética masculina suelen
preferir productos poco
perfumados o con perfumes
moderados. por otro lado, al
menos sobre el papel, no buscan
tanto la belleza, sino más
bien la salud y el bienestar y
prefieren aplicarse pocos productos,
pero que sirvan para
varias funciones a la vez.