El número de mujeres que
abusan de sustancias tóxicas
durante el embarazo ha aumentado
en los últimos años
en España, según un estudio
elaborado por la Fundación Instituto
Catalán de Farmacología.
Por lo general, son madres más
jóvenes que las no consumidoras
y tienen el doble de riesgo
de tener hijos con defectos
congénitos. Para los responsables
de la investigación, "la drogadicción
comporta un mayor
riesgo de tener un embarazo
anómalo, con un incremento
de la posibilidad de tener un
niño con malformaciones congénitas
y puede que con dificultades
de aprendizaje a largo
plazo". Ante esta situación, los
autores del estudio alertan de la
necesidad de considerar embarazos
de mayor riesgo a aquellos
en los que se detecte un
hábito tóxico y aseguran que
deberían tomarse medidas
oportunas para conseguir que
se abandone el hábito antes del
inicio de la gestación.
Marihuana y cocaína:
enemigos del
embarazo
Los efectos de la marihuana
sobre el desarrollo de los más
pequeños es otro de los puntos
cruciales del estudio. Los
investigadores alertan de que
su consumo por parte de la
madre provoca un incremento
del temblor, respuestas
motoras exageradas y una
disminución de la respuesta
visual. A los 4 años, estos niños
presentan menos capacidad
verbal que el resto.
El consumo de cocaína
también afecta directamente
al feto. Entre el 7 y el 17% de
los fetos expuestos a esta sustancia
sufre anomalías congénitas
al nacer, especialmente
en el sistema cardiaco, nervioso
central y extremidades e
incluso pueden padecer trastornos
urinarios.