Con motivo del Día Mundial
de la EPOC, celebrado el
pasado 18 de noviembre, la Sociedad
Española de Neumología
y Cirugía Torácica (SEPAR) ha
querido llamar la atención sobre
la alta incidencia de una enfermedad
que la evidencia científica
demuestra que esta íntimamente
relacionada con el
tabaco, "tanto es así, que no hay
duda que la primera medida y
la más eficaz para detener el
avance de esta epidemia es dejar
de fumar", afirmó la doctora
Myriam Calle, coordinadora del
Área EPOC de SEPAR. Cada año
mueren 18.000 españoles por
causa de la EPOC, hecho que la
convierte en la primera causa de
muerte evitable en España y en
la única patología relacionada
con el tabaco cuya mortalidad
sigue aumentando. Según el estudio
EPISCAN, la sufren casi un
millón y medio de personas en
nuestro país.
Los resultados de la prevalencia
de la EPOC ligada al tabaquismo
constatan la relación
causal entre ambos. Mientras
que sufren la enfermedad el
7,6 por ciento de los hombres
no fumadores o el 5,5 por ciento
de las mujeres no fumadoras,
estos porcentajes se elevan
hasta el 39,9 por ciento entre
los hombres y al 15,4 por ciento
de las mujeres que han fumado
más de 10 años. En el futuro
se prevé un aumento
espectacular de estas cifras ya
que aproximadamente un tercio
de los españoles fuman y
de éstos entre un 20 y un 25
por ciento desarrollarán esta
enfermedad pulmonar. Además
España es el país con mayor
número de adolescentes fumadores
y que se inician a una
edad más temprana y ocupa
uno de los primeros puestos en
cuanto a mujeres fumadoras.
La gran desconocida
A pesar de estos datos, la
EPOC es prácticamente una
desconocida entre la población
española, que en general
desconoce sus síntomas, sus
factores de riesgo y que se trata
de una enfermedad incurable.
Este desconocimiento
también es importante entre
quienes sufren la enfermedad
debido a su infradiagnóstico.
Según Myriam Calle "se calcula
que el infradiagnóstico de la
EPOC supera el 70 por ciento
debido a que los síntomas son
pocos valorados por los pacientes".
La EPOC es una enfermedad
sutil que evoluciona
lentamente.
Los principales síntomas:
tos, expectoración, ahogos o
pitidos a menudo son atribuidos
a otras patologías leves y
ni el médico ni el paciente
los toman en consideración.
"Cuando el paciente acude a
la consulta y es diagnosticado,
la enfermedad ya está en un
estado muy avanzado", afirma
la doctora Calle, y "la consecuencia
es el retraso en la intervención
sobre los factores
del riesgo, la pérdida de calidad
de vida de los pacientes,
el aumento de costes y el
aumento de los años potenciales
de vida perdidos por el paciente".
En la actualidad entre
el 20 y el 30 por ciento de los
pacientes diagnosticados de
EPOC sufre una forma avanzada
de la enfermedad en el momento
del diagnóstico y un 50
por ciento fallece antes de 10
años desde que se efectúa el
diagnóstico.
La SEPAR hace hincapié en
la importancia de conseguir
un diagnóstico precoz de la
enfermedad. Por ello es preciso
concienciar a la población y
a la comunidad sanitaria de la
necesidad de que todo fumador
mayor de 40 años, con un
historial de tabaquismo actual
o pasado de 20 cigarrillos al
día, y sobre todo si tiene algún
síntoma, debe realizarse una
espirometría para determinar
la situación de sus pulmones.
Se trata de una prueba muy
sencilla, que se realiza en sólo
unos minutos, simplemente
soplando con fuerza y rapidez
por un tubo. Con ella se mide
la cantidad de aire que cabe
en los pulmones y la velocidad
a la que esa persona puede
expulsar el aire. De esta forma,
se conoce la función respiratoria
de la persona que realiza
esta prueba, su capacidad pulmonar
o si los bronquios están
obstruidos.
La EPOC no es una enfermedad
reversible, pero diagnosticada
en su primer estadio
y con los tratamientos disponibles
en la actualidad puede
conseguirse que la enfermedad
no avance y disminuyan significativamente
las limitaciones en
la vida diaria del paciente.