El riesgo más grave de una
exposición prolongada al
sol es el denominado golpe de
calor, un aumento brusco y
sostenido de la temperatura
interna corporal que se acompaña
de intenso dolor de cabeza,
calambres musculares,
fatiga, náuseas, piel muy caliente,
descenso de la tensión
arterial y cese de la sudoración.
El último eslabón de esta
cadena es el colapso, que puede
ser fatal si no se instaura un
tratamiento inmediato.
Otros trastornos provocados
por el calor son la deshidratación
y la insolación, íntimamente
relacionados con el
golpe de calor y con muchos
síntomas en común, de ahí
que no siempre sea fácil distinguirlos.
En cualquier caso, si nos
encontramos ante un golpe de
calor, y mientras se espera la
llegada del servicio de urgencias,
hay que mantener a la
persona tendida y refrescarle
rápidamente el cuerpo con toallas
mojadas, abanicos, ventiladores
o cualquier otro método,
especialmente en la cabeza,
cuello, tórax, brazos y muslos.
Nunca sumergir a la persona
en agua fría, ya que el descenso
brusco de la temperatura
corporal puede ser perjudicial.
Insolación
Una de las formas más habituales
de alteración de la capacidad
del organismo de regular la
temperatura corporal es la insolación,
efecto producido por el
calor después de una prolongada
exposición al sol, sobre todo
durante el verano. Sus síntomas
son dolor de cabeza, fiebre (hasta
41ºC), sudor abundante (no
sudar es signo de alarma), respiración
agitada, vómitos, trastornos
de la visión, somnolencia,
descoordinación de las extremidades,
falta de tono muscular y,
en los casos más graves, desmayo
o convulsiones.
Deshidratación
La deshidratación es un trastorno
que se produce cuando
nuestro organismo pierde más
líquidos y sales minerales que
los que ingiere. Dicha pérdida,
que habitualmente se produce
a través del sudor, la respiración,
las heces y la orina, es
consecuencia de vómitos, diarreas
y fiebre elevada y debe
ser repuesta de inmediato, ya
que sino puede suponer consecuencias
graves para la salud.
Las personas más propensas
a sufrir deshidratación son
los ancianos y los niños.
Si los síntomas por acción
del calor se agravan, debe
consultar con su Centro de
Salud o llamar al 112. Cruz
Roja Española también tiene
en funcionamiento, las
24 de horas del día, un teléfono
de atención gratuita:
900 22 22 99. También
en las farmacias puede
obtener información sobre
cómo evitar los problemas
causados por el calor.
ANTE LAS ALTAS TEMPERATURAS
EN EL EXTERIOR (EN LA CALLE, EN EL CAMPO, ETC.):
" Si tiene que permanecer en el exterior, procure estar en
la sombra.
" Evite las actividades físicas intensas en el exterior en las
horas centrales del día.
" Si tiene que hacer actividades en el exterior durante las horas
de calor no olvide descansar, protegerse del sol y refrescarse
aún sin sed (beba líquidos, refrésquese la cabeza, utilice
un abanico).
EN EL HOGAR:
" Permanezca en las estancias más frescas.
" Baje las persianas, toldos y cortinas para que el sol no entre
directamente.
" No utilice máquinas y aparatos que pueden producir calor
en las horas más calurosas.
" Si utiliza ventiladores eléctricos, recuerde que no enfrían
el aire, sino que sólo provocan una corriente refrescante
mediante el giro de sus aspas. En este caso, es recomendable
abrir las ventanas.
" Los aparatos de aire acondicionado refrigeran el aire, manteniendo
una temperatura y humedad constantes en un recinto
aislado (hay que mantener cerradas puertas y ventanas).
EN EL AUTOMÓVIL:
" Nunca deje a los niños ni a las personas mayores en el interior
de un vehículo cerrado.
" Conecte el aire acondicionado y no abra las ventanas.
" Si viaja con personas vulnerables preste especial atención
a los cambios bruscos de temperatura que se producen al
entrar y salir del vehículo.
" Cuando haga un viaje largo no olvide descansar y refrescarse.
" Durante el trayecto beba líquidos para hidratarse.
A NIVEL PERSONAL:
" Intente refrescarse de forma continua.
" Use ropa ligera, holgada y de colores claros.
" Use un sombrero de ala ancha o gorros que protejan cabeza,
cara, orejas, sienes y parte posterior del cuello.
" Utilice un calzado fresco, cómodo y que transpire.
" Siga las predicciones meteorológicas para prepararse ante
los días más calurosos.
EN LAS COMIDAS:
" Haga comidas ligeras que le ayuden a reponer las sales
perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, gazpachos
o zumos).
" Beba líquidos en abundancia (agua, zumos) siempre que
no exista contraindicación médica.
" Evite las bebidas alcohólicas o que contengan cafeína.
Y SI TIENE ALGÚN PROBLEMA DE SALUD:
" Consulte con su médico acerca de las medidas suplementarias
que debe adoptar si padece alguna enfermedad de riesgo.
" Siga tomando sus medicamentos. No se automedique.
" Si se encuentra mal, pare la actividad que esté haciendo,
intente situarse en un sitio fresco y pida ayuda.
FUENTE: Cruz Roja.