Investigadores del Centro
Danés de Investigación del
Envejecimiento han analizado
datos de más de 30 países desarrollados,
encontrando que
desde 1950 la probabilidad de
sobrevivir después de los 80
años de edad se ha duplicado
para ambos sexos.
La clave de esta larga expectativa
de vida, creen los expertos,
son las conductas más
sanas que se están adquiriendo
en todas las edades. "Lo
que hicimos fue mirar hacia el
futuro" ha explicado el profesor
Kaare Christensen, director
del estudio, "y para eso analizamos
lo que ha ocurrido en
el pasado y cuáles han sido las
tendencias hasta ahora, descubriendo
un patrón extraordinario
y constante que muestra
que en los últimos 150 años
ha habido un aumento muy
estable en las expectativas de
vida en los países ricos. Si proyectamos
las tendencias actuales
hacia el futuro podemos
decir que los bebés que nacen
hoy vivirán 100 años", agrega.
La buena noticia es que la
evidencia actual sugiere que la
gente no sólo está viviendo
más que antes, sino está viviendo
más años con menos
discapacidades y menos limitaciones
funcionales. En 1950,
explica el científico, había un
15 por ciento de probabilidades
de que una mujer llegara a
los 80 o 90 años y 12 por
ciento en el caso de hombres.
En 2002, estas cifras aumentaron
al 37 por ciento para mujeres
y al 25 por ciento para
los hombres.
"La clave del aumento de
la longevidad ha sido una
combinación de factores, como
medicamentos, educación,
etc." dice el profesor Christensen.
"Pero tenemos que ser
conscientes de que si queremos
seguir con estas tendencias
debemos progresar en la
supervivencia de los ancianos".
"Es decir, no podemos progresar
más en la disminución de
muertes entre los jóvenes, así
que debemos seguir reduciendo
las tasas de mortalidad de
los ancianos".
Centenarios
La investigación descubrió
que entre el 30 y el 40 por
ciento de los individuos estudiados
de entre 92 y 100 años
eran independientes. Otro estudio
realizado en Estados
Unidos con "supercentenarios"
(personas de entre 110 y 119
años) mostró que, incluso a
esa edad tan avanzada, el 40
por ciento de estas personas
necesitaban poca ayuda o
eran independientes. Según
el profesor Christensen, no se
trata de aumentar las expectativas
de vida sino de
aumentar también el número
de años que se puede vivir sin
enfermedades.
El aspecto negativo es que
la longevidad sólo está aumentando
en algunas partes del
mundo. De hecho, en algunos
países de medianos y bajos ingresos
las tendencias muestran
que las expectativas de vida están
disminuyendo. "No tenemos
que ir muy lejos para observar
esa tendencia" dice
Christensen. "En Rusia la longevidad
de los hombres está a niveles
más bajos que nunca (65
años), y por supuesto la situación
es aún peor en el mundo
en desarrollo". Según Naciones
Unidas, en Mozambique y
Swazilandia -las naciones con
las más bajas expectativas de
vida del mundo- un bebé que
nace hoy vivirá sólo entre 39 y
42 años.