Algunas patologías cardiovasculares
pueden empeorar
debido a un cambio climatológico
drástico. De esta
forma, la variación estacional,
especialmente en épocas de
frío, puede influir en la actividad
corporal modificando el
tono simpático, la viscosidad
sanguínea, la tensión arterial y
la frecuencia cardiaca, que
tienden a aumentar, incrementando
a su vez la demanda
de oxígeno del organismo.
En épocas de frío, patologías
como la cardiopatía isquémica,
la angina de pecho y
el infarto agudo de miocardio
son más frecuentes. Esto se
debe a que 'el frío es un vasoconstrictor,
por lo que las arterias
se cierran y es más fácil
que se produzca un infarto de
miocardio. Por ello, el simple
hecho de salir a la calle poco
abrigado puede desencadenar
vasoconstricción y espasmos',
señala el profesor José María
Cruz Fernández, vicepresidente
médico de la Fundación Española
del Corazón (FEC).
Según manifiesta este experto,
'las patologías cardiovasculares
están principalmente
asociadas al frío'. Sin embargo,
también se pueden producir
patologías asociadas a una exposición
a un calor excesivo.
Los principales afectados en este
caso serían las personas de
edad avanzada, los pacientes
con enfermedades preexistentes
y los niños, que son los
más vulnerables y propensos a
sufrir una deshidratación. Esto
se debe a que las personas de
edad pierden la capacidad de
autorregulación de la cantidad
de agua que hay en sus
organismos.
A pesar de que el sexo del
paciente no influye a la hora
de tener más riesgo cardiovascular
ante un cambio estacional,
sí debemos tener en cuenta
que los pacientes de más de
70 años y los niños son más
proclives a desestabilizarse ante
un cambio brusco de clima.
Los pacientes hipertensos
son también vulnerables a los
cambios estacionales; así, 'el
ejercicio físico intenso puede alterar
la respuesta hipertensiva
del paciente', apunta el profesor
Cruz Fernández. En este grupo
de pacientes es esencial evitar
cambios bruscos de altitud, pasar
del frío al calor y viceversa, y
controlar la intensidad del ejercicio
que se practica.
Patologías
respiratorias asociadas
Las patologías respiratorias
asociadas a los cambios estacionales
están directamente
relacionadas con las patologías
cardiovasculares. En primavera,
los pacientes con asma, rinitis
o reacciones a sustancias
a las que son hipersensibles,
pueden sufrir una descompensación
de su enfermedad cardiaca',
explica el profesor Cruz
Fernández.
Esto se debe a que los pacientes
con patologías respiratorias,
especialmente asmáticos,
durante la primavera
'sufren una mala oxigenación
de la sangre, incrementado el
riesgo de que el paciente cardiaco
se descompense', afirma
el especialista. Esta circunstancia
suele producirse en esta
época del año, con el incremento
de pólenes en el ambiente,
pero también puede
suceder en estaciones más secas,
como consecuencia de la
acumulación de polvo.