Los cambios estacionales influyen
en las patologías
cardiovasculares, siendo la primavera
una época en la que
tanto las infecciones respiratorias
como los procesos asmáticos
tienen mayor presencia.
Por ello, la Sociedad Española
de Cardiología (SEC) aconseja
a los cardiópatas tener "especial
cuidado" con los cambios
bruscos de temperatura y las
alergias durante la primavera.
En concreto, los cambios
descompensados de temperatura
favorecen las infecciones
respiratorias como la bronquitis
aguda y la neumonía. "Estas infecciones
descompensan con
frecuencia a los cardiópatas ya
que actúan como factor precipitante
de insuficiencia cardiaca
en pacientes con cardiopatía
compensada con el tratamiento",
ha señalado el doctor Javier
Ortigosa.
Por su parte, los pacientes
alérgicos que sufren una patología
cardiovascular pueden
seguir el tratamiento con antihistamínicos
sin problemas,
puesto que "estos fármacos
son seguros para ellos". No
obstante, si la alergia es grave
y requiere tratamiento con
corticoides, "el paciente cardiópata
debe extremar la vigilancia
de la tensión arterial y
estar atento al posible agravamiento
o aparición de una insuficiencia
cardiaca debido a
que estos fármacos provocan
retención de agua y sal", explicó
este experto.
Durante la primavera las
consultas de cardiología también
suelen atender "numerosos
casos" de pericarditis aguda
-inflamación del pericardio,
membrana que rodea al corazón
y está causada por un virus-
que "a pesar de constituir
un cuadro benigno resulta
alarmante, ya que causa dolor
en el pecho, lo que hace pensar
erróneamente que se está
teniendo una angina de pecho
o un infarto", aseguró. Sin embargo,
"sólo precisa administrar
antiinflamatorios para aliviar
el dolor y frecuentemente
se resuelve espontáneamente
en varios días o semanas",
concluyó Ortigosa.