El cloro no sólo irrita los
ojos de los niños. Ahora
ya sabemos que aquellos que
empiezan a nadar con menos
de dos años de edad en piscinas
cloradas pueden desarrollar
lesiones irreversibles en su
sistema respiratorio diez años
después. Esta es la principal
conclusión del estudio "El
riesgo de la cloración en las
piscinas para los jóvenes: datos
recientes" elaborado por
el director de investigaciones
en la Fundación Nacional para
la Investigación Científica
de Bélgica, Alfred Bernard.
A lo largo de la investigación,
los niños que en su día
fueron bebés nadadores presentaron
problemas de permeabilidad
pulmonar, como lesiones
celulares o pérdidas de
un 20% de sus células bronquiales,
las cuales se encargan
de neutralizar la entrada en los
pulmones de cualquier sustancia
dañina. El peligro es tal
que, de hecho, este porcentaje
es similar al que puede originar
varios años de adicción al tabaco
en los adultos.
Los resultados del estudio
muestran además que el 23%
de estos bebés padecían una
década después asma de esfuerzo
y 6 de cada 10 presentaban
bronquitis recurrentes, porcentajes
muy superiores a los
que no se expusieron al cloro
en edades tan tempranas.
Más información:
www.cloro.info