La gran amenaza para las
mujeres con osteoporosis
es que no cumplen adecuadamente
su tratamiento y, en
muchos casos, lo abandonan.
Con esta imprudencia
dejan sus huesos desprotegidos
y se exponen a sufrir una
fractura que condicione su
calidad de vida. La osteoporosis
carece de síntomas, es
más, el hueso no duele hasta
que no se fractura, de ahí la
trampa en la que caen muchas
mujeres: se sienten bien
y no creen necesitar tomar
unos fármacos que, a su parecer,
son innecesarios. De
hecho, se estima que un alto
número de mujeres con osteoporosis
no toma ninguna
medicación para su enfermedad
y que el 60% a las que
se prescribe un tratamiento
lo acaba abandonando.
Tratamiento
Son precisamente las pacientes
más jóvenes y activas, entre
55 y 60 años, y que todavía
no han sufrido una fractura
las que se muestran más reacias
a un tratamiento de larga
duración que, en su opinión,
condiciona su ritmo de vida.
Pero la realidad es que en la
actualidad se puede elegir el
tratamiento que mejor se
adapte a cada paciente, ya
sea diario, semanal o mensual.
El avance ha sido tal en
estos últimos diez años que
ya existen tratamientos que
reducen el riesgo de fractura
apenas seis meses después de
haberse iniciado y hace un
mes que la Unión Europea ha
aprobado el primer y único
tratamiento anual para la osteoporosis
posmenopáusica.
Basta con administrarlo una
vez al año por vía intravenosa
durante quince minutos para
que la paciente esté protegida
durante doce meses contra
los efectos de la enfermedad.
El problema real es, por
tanto, que las pacientes no
conocen bien la enfermedad
ni las ventajas que implica tomar
la medicación.
Garantizar una adecuada
ingesta de calcio y vitamina D
en las mujeres posmenopáusicas
que padecen osteoporosis
es otra de las claves para el
éxito del tratamiento. Como
la dieta por sí sola no es capaz
de aportar la cantidad de
calcio que nuestro organismo
requiere es necesario que,
con independencia del tratamiento
farmacológico prescrito,
los médicos recomienden
vitamina D (necesaria para la
absorción y el metabolismo
del calcio en el organismo) y
suplementos de calcio.
Prevención
La mejor forma de prevenir la
osteoporosis es conocerla. El
primer paso es que, desde jóvenes,
todas las mujeres sepan
cuáles son sus factores de riesgo
y estén preparadas de antemano
para enfrentarse a este
problema. En cualquier
caso, siempre es necesario
mantener durante toda la vida
algunas medidas preventivas.
Si quiere ayudar a sus huesos
en su pulso contra la enfermedad,
acostúmbrese desde
joven a no fumar, a alimentarse
correctamente y a hacer
ejercicio físico moderado con
regularidad. La masa ósea se
regenera gracias al calcio, las
proteínas, las vitaminas D y C,
el magnesio, el flúor, el zinc y
el cobre que se consigue gracias
a una alimentación adecuada
y el deporte impulsa el
proceso de generación ósea
de forma casi vertiginosa. Las
estadísticas ensalzan el poder
preventivo del deporte al otorgarle
entre un 14 y un 27% de
capacidad de elevar la densidad
ósea. Por ello, cuanto más
a menudo realice alguna actividad
física mucho mejor.
DECÁLOGO PARA MUJERES COMPROMETIDAS
CON LA SALUD DE SUS HUESOS
1 Disfrute de una
alimentación
variada, rica
en calcio y en
vitamina D toda
la vida.
En el embarazo, la lactancia y
a partir de la menopausia debe
aumentar a 1.500 mg al
día (4 vasos de leche, dos yogures
o una porción de queso
curado) la cantidad de calcio
que tome.
2 Practique
ejercicio de forma
regular.
Algo tan sencillo como andar
o bailar puede beneficiarle. No
olvide que una persona inmóvil
pierde calcio por la orina y
que la actividad física media
hora al día, tres días a la semana,
aumenta el contenido mineral
de hueso.
3 Mantenga un
estilo de vida
saludable.
Evite el consumo excesivo de
alcohol y café, no fume y tome
el sol moderadamente para
aumentar los niveles de vitamina
D.
4 Manténgase
siempre erguida.
Siéntese en una silla recta,
con los pies en el suelo y con
la espalda y el cuello rectos. Si
tiene que levantar peso hágalo
flexionando las caderas y
las rodillas, sin encorvar la espalda.
5 No se resigne al
dolor de espalda.
El encorvamiento de la espalda
y el dolor no son consecuencias
propias de la edad.
La osteoporosis es la causa
principal y en su mano está
cuidarse para prevenirla.
6 Hágase una
revisión.
Es esencial intentar evitar la
primera fractura. Debe evaluarse
la masa ósea de las mujeres
postmenopáusicas con
factores de riesgo o que debutan
con fracturas.
7 Cuanto antes
inicie el
tratamiento, mejor.
Un diagnóstico precoz es clave,
pues con un tratamiento
médico adecuado se puede
evitar un 50-60% de nuevas
fracturas vertebrales.
8 Mantenga su casa
ordenada.
Si sus huesos están frágiles ha
de evitar rodearse de objetos
que pongan en peligro su estabilidad
y fijarse bien en cada paso
que da para prevenir caídas.
9 Infórmese de los
tratamientos
disponibles.
Existen tratamientos efectivos:
con una pastilla al día, una pastilla
a la semana o una única
pastilla al mes tendrá sus huesos
protegidos. Hable con su médico
sobre cuál le conviene más.
10 Y sobre todo,
no abandone el
cuidado de sus huesos.
Si deja el tratamiento, no estará
protegiendo sus huesos ante posibles
fracturas. Recuerde que los
fármacos que funcionan son los
que se toman y que dosis más
espaciadas en el tiempo podrían
resultarle más cómodas de tomar
y ayudarle a no abandonar.
ES FUNDAMENTAL QUE CADA PERSONA CONOZCA SI REÚNE ALGUNO DE LOS FACTORES DE RIESGO Y ACTUAR EN CONSECUENCIA
Una de cada tres mujeres y
uno de cada cinco hombres
mayores de 50 años sufrirán
osteoporosis en un futuro. Lo
bueno es que puede detectarse
fácilmente, de forma temprana
y existen tratamientos capaces
de reducir la posibilidad de padecer
una fractura y, lo malo, es
que la incidencia de la osteoporosis
en España es una de las
más altas de la Unión Europea.
Osteoporosis significa "hueso
poroso" y con ella la estabilidad
disminuye, al igual que la densidad
y la calidad ósea, y los huesos
se vuelven quebradizos. En
consecuencia, el riesgo de fractura
aumenta, de forma especial
en la cadera, columna y muñeca.
Son muchas las personas que
no saben que pueden engrosar
la lista de víctimas de esta enfermedad
hasta que no sufren la
primera fractura. Para evitar sorpresas
indeseadas es fundamental
que cada persona conozca si
reúne alguno de los factores de
riesgo y actuar en consecuencia.
Ante la más mínima duda, concierte
una cita con su médico, si
es posible, hoy mismo.
Factores fijos
El problema es que hay ciertos
factores de riesgo ante los que
sólo nos queda agachar la cabeza,
como la edad (la osteoporosis
está asociada al desgaste
de los huesos propio de la
edad en personas de más de 50
años), el sexo y la etnia con los
que hemos nacido, los antecedentes
familiares y propios de
fracturas óseas que se registran
en nuestra historia clínica, la llegada
de la menopausia, aún
peor si lo hace de forma prematura,
y la pérdida del efecto
protector de los estrógenos que
la ausencia de la regla acarrea.
La mujer de raza blanca, con
bajo peso, fumadora y con antecedentes
familiares de osteoporosis
es la de mayor riesgo,
pero se puede padecer la enfermedad
sin que existan estos
factores de riesgo y viceversa.
Sin embargo, hay otros a
los que sí podemos hacer frente.
Son los llamados factores modificables
y si conseguimos mermarlos
estaremos mejorando la
salud de nuestros huesos sea
cual sea la edad que marque
nuestra fecha de nacimiento.
Factores modificables
Los tests de evaluación del
riesgo de osteoporosis indican
cinco factores de riesgo que se
pueden modificar:
" Ejercicio: los huesos de
las personas que hacen ejercicio,
como caminar, correr, saltar
o bailar, son más fuertes
que los de aquéllas que llevan
estilos de vida sedentarios. Tal
es así que las personas mayores
que son más activas y pasan
menos horas al día sentadas
corren menos riesgo de
sufrir una fractura de cadera.
" Ingesta de calcio en la
dieta: para que los huesos se
mantengan fuertes y saludables,
el organismo necesita suficiente
cantidad de calcio.
Tanto las personas que siguen
una dieta, como las que presentan
trastornos de alimentación,
necesitan prestar especial
atención para mantener una
ingesta de calcio adecuada,
que puede encontrarse en la
leche, el queso y los productos
lácteos. Si usted quiere conocer
si su ingesta de calcio es
adecuada puede utilizar la calculadora
de calcio, disponible
en la página web de la Fundación
Internacional de Osteoporosis:
www.iofbonehealth.org.
" Niveles de vitamina D/
exposición solar: la vitamina D
se sintetiza a través del efecto
del sol sobre el organismo, el
cual la necesita para poder absorber
el calcio. Resulta fácil conseguir
los niveles de vitamina D
adecuados tan sólo permaneciendo
de 10 a 15 minutos diarios
al aire libre, preferiblemente,
fuera de las horas de máxima radiación
solar, de 10 de la mañana
a 2 de la tarde, en las que la
radiación solar es más dañina. Si
se alcanza el umbral adecuado
de vitamina D se puede reducir
el riesgo de fractura en un 20%.
" Fumar: fumar durante
la juventud reduce el contenido
mineral óseo y aumenta el
riesgo de osteoporosis a lo largo
de la vida. Las mujeres que
fuman después de la menopausia
experimentan una mayor
reducción de la salud ósea,
en comparación con aquéllas
que nunca han fumado o que
han dejado de fumar.
" Una ingesta excesiva
de alcohol: beber de forma excesiva,
a cualquier edad, puede
influir de forma negativa en la
salud ósea. De hecho, más de
cuatro unidades de alcohol diarias,
duplica el riesgo de fractura
de cadera, tanto en los varones
como en las mujeres mayores.
Para tener una salud ósea óptima,
se recomienda reducir la ingesta
de alcohol a menos de
dos unidades diarias.
FUENTES: Campaña "Una vez al día,
una vez a la semana, una vez al
mes. Cuida tu osteoporosis" (Fundación
Hispana de Osteoporosis y Enfermedades
Metabólicas Óseas y las
compañías farmacéuticas Roche y
GSK), Asociación Española para el
Estudio de la Menopausia, Fundación
Internacional de Osteoporosis,
Sanofi Aventis.