El 40% de las más de 150.000
muertes que se calcula provocan
las neumonías cada año
en España podrían evitarse si
los médicos siguieran las recomendaciones
de tratamiento
establecidas, según un estudio
de la Sociedad Española de
Neumología y Cirugía Torácica
(SEPAR). Tal y como explica el
doctor Javier Aspa, 'los estudios
demuestran que los pacientes
que se tratan de acuerdo
con la normativa tienen
una menor estancia hospitalaria
y menos mortalidad'.
Una barrera eficaz:
la vacunación
La vacunación es la medida
más eficaz para prevenir la
aparición de la neumonía. Los
especialistas recomiendan vacunarse
a todos los mayores
de 65 años y a los menores
de esta edad con enfermedad
pulmonar, cardiaca o hepática
crónica, diabetes, alcoholismo,
ausencia de bazo, etc.
Esta recomendación es extensible
también al grupo de pacientes
inmunodeprimidos, ya
sea por padecer infección por
VIH, inmunodeficiencias congénitas,
síndrome nefrótrico -relacionado con enfermedades
del riñón- e insuficiencia
renal o tratamiento inmunosupresor
(incluidos los trasplantados).
La vacuna es eficaz contra
23 serotipos responsables
del 85-96% de las infecciones
neumocócicas en niños
y adultos. A pesar de los beneficios
de la vacunación, las
tasas de vacunados son aún
muy bajas en la población
general, en torno al 4%, e
incluso existen comunidades
autónomas donde ni siquiera
se alcanza este umbral mínimo.
Los datos señalan a Madrid,
Aragón, Murcia y la
Comunidad Valenciana como
las comunidades que
menos se vacunan contra el
neumococo.
Los neumólogos también
aconsejan la vacuna heptavalente
conjugada a niños
menores de 23 meses y pacientes
inmunodeprimidos
entre 24 y 59 años. La importancia
de esta vacuna es
tal que protege contra los
siete serotipos que ocasionan
la mayoría de los casos
de otitis media, neumonía y
meningitis en niños.
Por su parte, la vacunación
contra la gripe 'reduce
las complicaciones asociadas a
la infección viral y los ingresos
por neumonía', explica el
doctor Aspa. Además, previene
la aparición de la gripe en
la mayoría de las personas sanas
menores de 65 años.
El consumo de tabaco y
alcohol son dos de los principales
factores de riesgo de
neumonía. De hecho, los fumadores
tienen un riesgo
cuatro veces superior de padecer
una enfermedad neumocócica
invasiva que los no
adictos al tabaco.