El frío y las personas mayores

no se llevan nada bien.

A lo lejos no sólo se ven ya a

los Reyes Magos y a Papá Noel

sino también a la gripe que se

avecina para ‘estrenar’ el nuevo

año. Para empezar con buen

pie, ya debería haberse puesto

la vacuna de la gripe en su

centro de salud, pero si ha hecho

caso omiso aún no lo tiene

todo perdido. Ha de prepararse

para afrontar el empuje de

la gripe y para ello nada mejor

que aumentar sus defensas

con una dieta sana y abundante

rica en vitamina C que puede

encontrar en naranjas y limones.

Lo mejor es que respire

aire puro, por lo que no ha de

estar mucho tiempo en locales

cerrados y mal ventilados.

Tiene que salir a pasear

con ánimo, vitalidad, bien abrigado,

con ropa cálida, guantes

y calcetines de lana y un sombrero,

pero sin que por ello se

tenga que exponer durante

mucho tiempo a temperaturas

bajas y a cambios bruscos de

temperatura. Y es que, cuando

el frío se agarra al cuerpo, pierde

grados, funciona peor y es

más propenso a que le acechen

ciertas enfermedades y

trastornos. Para curarse en salud,

no salga a cualquier hora

por mucho que le apetezca.

Espere al momento del día en

que las temperaturas sean más

suaves y su cuerpo no esté atareado

con la digestión.

Adiós a la pereza

La pereza es una mala consejera.

No ceda ante el calor de la

butaca y la cama por mucho

frío que haga. Si sus articulaciones

y sus músculos dejan de

moverse se endurecen y se

atrofian Salga bien abrigado y

dese un paseo, y una vez en casa,

sumerja los pies en un plácido

baño caliente, no se olvide

de los calcetines de lana o los

patucos y métase en la cama

con buenas mantas o edredones.

Olvídese de la vieja tradición

popular de beber alcohol

para calentarse, sólo le puede

traer disgustos. Pero si el tiempo

es tan malo que no se puede

salir de casa siempre le queda

caminar dentro de ella.

No se resigne a anquilosarse

y volverse un torpón, ni permita

que el frío le acabe alejando de

la insustituible fuente de salud

que supone la compañía. Haga

sencillos ejercicios de gimnasia,

realice actividades domésticas,

como limpiar, arreglar armarios

o realizar trabajos de pintura o

de carpintería, visite a familiares

y amigos, llámeles, escríbales y

no deje de hacer lo que le gusta

como acercarse al club social a

echar una partida.

FUENTE: Comunidad de Madrid.