Según concluye un estudio

publicado en la revista especializada

Neurology, una dieta

rica en pescado, ácidos grasos

omega-3, fruta y verdura

puede disminuir el riesgo de

demencia y enfermedad de

Alzheimer. Por el contrario,

consumir en exceso aceites

con ácidos grasos omega-6

(girasol, maíz, soja, sésamo,

cacahuete) podría incrementar

las probabilidades de desarrollar

alteraciones de memoria.

Investigadores franceses

estudiaron la dieta seguida por

más de 8.000 hombres y mujeres

mayores de 65 años que

no presentaban ningún indicio

de demencia al inicio del estudio.

Tras 4 años de seguimiento,

183 participantes fueron

diagnosticados de enfermedad

de Alzheimer y otros 98 de

otros tipos de demencia.

Los resultados muestran

que el consumo regular de

aceites con ácidos grasos omega-

3 (de semillas de lino o de

nueces) redujo el riesgo de desarrollar

demencia en un 60%

respecto a las personas que no

consumían estos aceites. Los

que comían diariamente fruta

y verdura también disminuyeron

el riesgo en un 30%.

Asimismo, las personas

que comían pescado al menos

una vez por semana disminuyeron

en un 35% el riesgo de

Alzheimer y en un 40% el de

otras demencias, pero sólo en

los casos en que no fueran

portadores del gen de la apolipoproteína

E4, asociado a la

enfermedad de Alzheimer, una

variante genética de la que la

mayoría de la población no es

portadora.