Los puentes y fines de semana,
ahora que empieza el
buen tiempo, son un buen momento
para empezar a prepararse
en lo que debería ser "una
buena salud física" que contemple
ejercicio continuo acorde a
las peculiaridades de cada individuo.
Según Horacio Bobadilla,
jefe del Servicio de Fisioterapia
de la Clínica Armstrong Internacional
de Madrid, 15 minutos al
día son suficientes para poner
en marcha nuestro organismo.
Precalentar y estirar son las
claves del éxito. Las cifras de lesiones
que se producen en la vida
cotidiana, en el trabajo y
con la práctica deportiva son
tan significativas que hacen que
los expertos insistan en que cuidar
al máximo nuestra preparación
física es la principal herramienta
de prevención. Por esta
razón es aconsejable incluir en
nuestras actividades diarias
unos sencillos ejercicios de precalentamiento
y estiramientos.
Precalentar
Tal y como manifiesta Bobadilla,
existen opiniones diversas sobre
el precalentamiento, pero lo
que sí está claro es que se producen
infinidad de lesiones si no
se realiza. El precalentamiento
pasivo, mediante saunas, baños
de inmersión, masajes o con la
utilización de cremas y aceites
es útil pero no tan efectivo como
el precalentamiento activo,
donde se mejora el nivel de rendimiento
ya que se activa el sistema
neuromuscular.
La fase de preparación no
debe sobrepasar los 15 ó 20
minutos. Superar este tiempo
supondría un excesivo consumo
de energía, agua y electrolitos.
Al finalizar, se debe continuar
en movimiento para evitar
el enfriamiento, utilizando
prendas adecuadas para mantener
la temperatura corporal y
siendo precavidos en el momento
de desvestirse, ya que si
experimentamos sensación de
frío el rendimiento físico bajará.
Estiramientos
En cualquier actividad física,
ya sea de fuerza o de resistencia,
la musculatura se distiende
o se contrae, con lo que
disminuye la movilidad articular.
En esta situación se es más
proclive a una lesión muscular
o tendinosa. Por ello es fundamental
la realización de estiramientos
para incrementar la
movilidad y disminuir la posibilidad
de lesiones.
Los estiramientos no deben
ser bruscos, rápidos, estáticos o
prolongados y hay que realizarlos
pasando siempre por las fases
de contracción, distensión y
la posterior elongación.
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