Dependiendo de las características
de la persona y
del tiempo de exposición a
sus radiaciones, el sol va a
producir sobre el organismo
una serie de repercusiones
que pueden ser positivas o
negativas.
» Como aspecto positivo
destaca el papel que desempeña
el sol en la prevención
de ciertas avitaminosis (falta o
disminución de vitaminas).
Concretamente, las radiaciones
solares favorecen la producción
de vitamina D, necesaria
para el metabolismo del
calcio y evitar el raquitismo.
» Como aspectos negativos,
la exposición solar inadecuada
produce trastornos en
la piel que pueden manifestarse
a corto o largo plazo, entre
los que destacan las quemaduras,
el fotoenvejecimiento, alteraciones
de la pigmentación
y cáncer de piel.
Protectores solares
Los protectores solares son
productos cosméticos basados
en el empleo de filtros físicos
que desvían las radiaciones solares
para evitar que penetren
en la epidermis, o químicos,
que las absorben para transformarlas
en energía que no
resulte nociva para la piel. Se
clasifican según su factor de
protección y se recomienda
utilizar siempre un protector
solar acorde a nuestro fototipo
de piel. Existen seis tipos diferentes
en función del grado de
agresión que es capaz de soportar
nuestra dermis.
Recomendaciones
» No tomar el sol entre
las 12 de la mañana y las 4 de
la tarde.
» Evitar ropa demasiado
corta o que deje amplias zonas
de la piel al descubierto.
» Protegerse adecuadamente
también cuando esté
nublado, al hacer deporte o al
caminar.
» Aplicar el protector solar
adecuado media hora antes
de iniciar la exposición al sol,
renovarlo cada 2 horas o después
de cada baño, y hacerlo
en cantidad suficiente, cubriendo
toda la superficie corporal
expuesta.
» Utilizar protectores labiales
para evitar quemaduras,
deshidratación y sequedad.
» Utilizar gafas de sol.
» No exponer al sol a niños
menores de 3 años, puesto
que su piel es más sensible
que la de un adulto y no tienen
capacidad de respuesta
frente al sol.
» Evitar el uso de productos
cosméticos, perfumes y lociones
que contengan alcohol,
ya que favorecen la irritación
de la piel.
» Hidratar bien la piel
con cremas hidratantes después
de tomar el sol.
» Beber mucha agua para
responder a las pérdidas de
agua y sales minerales indispensables
para el organismo y
la belleza de la piel.
FUENTE: Asociación para el Autocuidado
de la Salud (anefp) y Organización
de Consumidores y Usuarios (OCU).