Comienza a ser alarmante
el aumento
de los trastornos músculo-
esqueléticos que
se observa entre las
mujeres trabajadoras,
según la voz de alerta
que en este sentido ha
emitido recientemente
la Agencia Europea para
la Seguridad y la Salud
en el Trabajo. La
causa de tal hecho reside,
entre otros factores,
en las malas posturas,
los movimientos
repetitivos, la estancia
prolongada de pie, el
levantamiento y transporte de
cargas, la mala iluminación, los
lugares de trabajo ruidosos que
pueden causar tensión corporal,
etc.
Los trastornos músculo-esqueléticos
(TME) son alteraciones
de las articulaciones, músculos,
tendones, ligamentos,
nervios y circulación sanguínea.
La mayor parte resultan
de una manipulación repetida
de cargas de intensidad baja o
elevada durante un periodo
prolongado, aunque también
pueden deberse a traumatismos
agudos como fracturas
producidas por un accidente.
En España
Cabe recordar que hacia finales
del pasado mes de abril, en
el transcurso de una jornada
que el Instituto Europeo de Salud
y Bienestar Social celebró
en Madrid con motivo del Día
Mundial de la Salud Laboral, la
coordinadora del programa de
Salud Laboral, Salud Pública y
Medio Ambiente de la Organización
Mundial de la Salud
(OMS), Gerry Eijkemans, puso
de relieve que cada año se producen
en España unos 80.000
nuevos casos de enfermedades
profesionales, principalmente
músculo-esqueléticas, de la
piel y pérdidas auditivas.
Finalmente, cabe destacar
que las mujeres también tienden
a tener mayores situaciones
de estrés que los hombres. Esta
circunstancia está considerada
por la Unión Europea como el
segundo problema de salud laboral
más frecuente después de
los trastornos músculo-esqueléticos.
El acoso sexual, la discriminación,
los trabajos mal
considerados y con gran exigencia
emocional y la doble
carga de trabajo fuera y dentro
del hogar son las principales
causas de dicho estrés.