La incidencia y mortalidad
del cáncer de piel aumentan
anualmente. Concretamente,
en Europa el melanoma se
ha duplicado entre los años 60
y 90 y, ya en nuestro país, los
últimos datos indican que
aumenta un 10% cada año. Esta
enfermedad está directamente
relacionada con la exposición
solar excesiva y, por tanto,
debemos protegernos y reflexionar
sobre el precio que
estamos dispuestos a pagar por
un bonito bronceado. Estar
moreno no es, como algunos
piensan, un síntoma de salud,
sino una reacción defensiva de
la piel ante la agresión de la radiación
solar.
RECOMENDACIONES
1 Tome el sol de forma
progresiva. El
bronceado de los primeros días
se produce gracias a la melanina
ya formada. Son necesarios
unos tres días para
sintetizar nueva melanina y
que ésta llegue a la superficie
de la piel. Por tanto, aumentar
el tiempo de exposición sólo
conduce a enrojecimiento y
quemadura solar y no a un
bronceado mayor. Hay que
protegerse desde el primer día
hasta el último.
2 Tome el sol en movimiento.
Evite la exposición
tumbado (no se duerma
nunca al sol) o sentado. El
riesgo de quemadura aumenta
con el sudor, el "efecto lupa"
y la radiación reflejada en la
arena.
3 Aplíquese el protector
solar en casa,
como mínimo 30
minutos antes de la
exposición y en una
cantidad generosa. La
aplicación insuficiente conduce
a una disminución muy importante
de la eficacia. No utilice
protectores solares de
años anteriores. Observe la fecha
de caducidad o PAO (caducidad
después de abierto)
del envase y no lo use si ha caducado.
puede haber perdido
efectividad, además de generar
reacciones adversas.
4 La protección física
es imprescindible:
camiseta, gorro y
gafas. En pieles muy sensibles
(niños, embarazadas, ancianos"),
es recomendable
aplicar el protector solar por
todo el cuerpo, incluidas las
zonas cubiertas por la ropa. La
ropa de verano protege de
forma insuficiente y así evitaremos
sorpresas desagradables.
5 Evite las horas centrales
del día.
6 Solicite información
y consejo a su
farmacéutico sobre el
protector solar más
adecuado según su fenotipo
(color de ojos, color de
piel, cabello, facilidad de bronceado"),
tipo de piel y zonas
expuestas, tipo de exposición
(deportes al aire libre, mar o
montaña, latitud") y según
condiciones de salud (medicación
crónica, medicación aguda,
intolerancia al sol").
7 No exponga al sol
de forma directa a
niños menores de 3
años. Los paseos nunca han
de ser en las horas centrales
del día. Tenga cuidado con los
juegos en piscinas y en el mar.
la piel se mantiene mojada y
aumenta el riesgo de quemaduras.
8 Renueve a menudo
su fotoprotector.
Si permanece expuesto
más de dos horas, repita la
aplicación del protector solar
de forma generosa y si permanece
al sol más de cuatro horas,
busque zonas protegidas.
9 Beba en abundancia.
No descuide el aporte
de zumos, fruta y agua.
10 Recuerde que algunos
medicamentos
pueden producir
"fotosensibilidad",
es decir, pueden hacerle más
sensible a las radiaciones solares.
Consulte con su farmacéutico.
FUENTE: Sociedad Española de Farmacia
Comunitaria.