Los vertiginosos avances de
la ciencia médica han permitido
que una de las enfermedades
más temidas, como
es el cáncer, no sea hoy considerada
prácticamente como
una sentencia de muerte tal
como ocurría antaño, ya que
ahora las tasas globales de curación
del cáncer son realmente
altas. En la actualidad, la característica
primordial del
tratamiento de dicha enfermedad
es su aplicación integral,
es decir, los médicos ya no se
centran únicamente en controlar
el tumor en aras de la
supervivencia del enfermo, sino
que ha ampliado su campo
de acción para procurar que el
paciente tenga una buena calidad
de vida.
Los oncólogos emplean
hoy el concepto denominado
"tratamiento de soporte", que
consiste en un conjunto de
procedimientos terapéuticos
dirigidos a controlar los síntomas
y complicaciones relacionados
con la propia enfermedad
y la toxicidad que se
pueda derivar de la aplicación
del propio tratamiento contra
el cáncer.
Tal es así, que los 150 expertos
que se reunieron en
Madrid en el I Simposio Iberoamericano
de Tratamiento de
Soporte en Oncología, con el
apoyo de Roche Farma, pusieron
de relieve que además de
luchar por controlar el tumor,
los esfuerzos de los médicos
deben también buscar y aplicar
soluciones para los trastornos
asociados al tratamiento del
cáncer, entre otros, la anemia,
los vómitos, el dolor, el cansancio
y las infecciones, trastornos
frecuentes en estos enfermos.
El profesor Manuel González
Barón, coordinador de este
simposio y jefe del Servicio de
Oncología Médica del Hospital
Universitario La Paz de Madrid,
indica que cuando estos
trastornos son tratados de forma
adecuada, la calidad de vida
del enfermo mejora notablemente.
En el caso de la
anemia, por ejemplo, su control
puede suponer incluso
que se optimice la respuesta al
tratamiento frente a determinados
tumores.
La anemia
La anemia (disminución de la
hemoglobina) es una de las
anomalías más habituales relacionadas
con el cáncer. Puede
tener varias causas, entre las
que se encuentran los trastornos
del metabolismo del hierro,
la pérdida de sangre, la infiltración
de médula ósea, las
deficiencias nutricionales o el
deterioro renal, pero en una
gran parte de los pacientes es
el cáncer, en sí mismo, la causa
de la anemia.
Los síntomas que presentan
los pacientes pueden ser
leves o moderados dependiendo
del grado de anemia y
fundamentalmente se traducen
en cansancio (astenia) y
debilidad. Según el doctor Alberola
"casi un 40% de las
personas con un cáncer avanzado
tiene anemia, porcentaje
al que hay que sumar los pacientes
que sufrirán un descenso
grande de la hemoglobina
por el tratamiento con
quimioterapia y radioterapia,
que son las opciones terapéuticas
más frecuentemente utilizadas
en tumores de cabeza
y cuello, ginecológico-urinarios
y de pulmón. En total, se
estima que un 60% de los
enfermos sufrirán este trastorno,
muy invalidante, puesto
que provoca una fuerte
sensación de incapacidad física
y psíquica".
Además, se ha comprobado
que frente a los tumores de
cabeza y cuello, de pulmón y
ginecológicos, los enfermos
con unos niveles normalizados
de hemoglobina tienen una tasa
de respuesta al tratamiento
más elevada que los que tienen
anemia. En la actualidad el
tratamiento estándar de la
anemia se basa en el uso de
eritropoyetinas, una familia de
fármacos con la que se ha conseguido
evitar muchas de las
trasfusiones a las que los especialistas
recurrían hace años de
forma más habitual.
Factor psicológico
Otro componente que tienen
muy en cuenta los oncólogos
es el factor psicológico de la enfermedad. De hecho, en las
guías clínicas de muchas comunidades
autónomas se contemplan
este tipo de actuaciones
y muchos hospitales
cuentan con psicólogos que
evalúan al enfermo y hacen
una previsión de un eventual
apoyo psicológico.
Según los expertos, la comunicación
con el paciente es
tan importante que se ha convertido
en una herramienta terapéutica
más.
Fatiga y cáncer
La medición de la fatiga o astenia
relacionada con el cáncer
tiene un interés creciente,
pues se trata de un síntoma
muy prevalente en el paciente
oncológico. A este respecto,
una encuesta realizada entre
agosto y octubre de 2007, en
10 servicios de Oncología
Médica españoles a más de
500 pacientes oncológicos
adultos diagnosticados de
cáncer cuyo tratamiento había
finalizado, parcial o totalmente,
reveló que el 97% de
los pacientes con cáncer experimentan
astenia durante la
quimioterapia y el 91% afirmó
que no podía llevar una
vida normal.
La astenia es considerada
por los pacientes como el síntoma
que más les ha afectado
durante su enfermedad, por
delante de otros síntomas como
la depresión, el insomnio o
el dolor. Influye notablemente
en el decaimiento del estado
de ánimo de los enfermos y
además impacta de forma considerable
en múltiples actividades
como las relaciones sociales,
el entretenimiento y el
autocuidado. Y a este respecto,
es importante poder realizar su
medición porque no afecta a
todos los enfermos por igual.
Por ejemplo, un paciente puede
estar decaído y tener problemas
en sus actividades habituales
debido al cansancio
relacionado con la enfermedad
oncológica, mientras que en
otra persona el impacto de la
fatiga puede ser menor y, por
tanto, puede continuar realizando
con relativa normalidad
la mayoría de actividades de su
vida cotidiana.
Proyecto PERFORM
La importancia que ha adquirido
el "tratamiento de soporte"
para mejorar la calidad de
vida del enfermo e influir, incluso,
en la supervivencia del
paciente, fue ampliamente
corroborada en un foro celebrado
recientemente que reunió
a oncólogos, psicólogos,
pacientes y medios de comunicación
y fue organizado por
la Sociedad Española de Oncología
Médica (SEOM) con
la colaboración de la compañía
biotecnológica Amgen. En
este encuentro se puso de
manifiesto la importancia de
la calidad de vida valorada
por el propio paciente y la
percepción del cansancio o
astenia relacionada con el
cáncer, un extremo que en
ocasiones es tan grave como
el dolor y que, sin embargo,
hasta ahora era tenido en menor
consideración.
Durante el desarrollo de
esta sesión científica se presentó
el Proyecto PERFORM (Percepciones
de la fatiga en pacientes
oncológicos: su
realidad y medición), que ha
desarrollado el primer cuestionario
español destinado a evaluar
las percepciones sobre el
cansancio relacionado con el
cáncer en pacientes oncológicos.
Con este cuestionario los
oncólogos podrán conocer el
impacto de la enfermedad y el
tratamiento, y van a poder
mejorar la evolución de sus
pacientes, así como identificar
a las personas con mayor necesidad
de atención.
Tal y como explica la SEOM,
actualmente existen varias herramientas
que miden la intensidad,
la frecuencia y/o la
duración de la fatiga relacionada
con el cáncer, mientras
otras evalúan su impacto en
la calidad de vida relacionada
con la salud. Pero no se disponía
de un instrumento para
evaluar la fatiga relacionada
con el cáncer, de modo,
pues, que gracias al proyecto
PERFORM se dispone actualmente
en España de un cuestionario
ajustado a la realidad
de los pacientes oncológicos
con astenia.
Para el doctor César Rodríguez,
miembro del comité
científico del citado proyecto,
"el concepto de calidad de vida
es diferente para cada paciente
dependiendo de su
ámbito sociocultural y sanitario.
De ahí la necesidad de
tener un método para analizar
y medir la incidencia y la
intensidad de la astenia en
los pacientes oncológicos y
así desde las consultas de
Oncología Médica podamos
evaluarla y tratarla adecuadamente".
Control del dolor
Según la Sociedad Española
de Medicina de Familia y Comunitaria
(semFYC), en la mayoría
de las ocasiones, el dolor
asociado al cáncer se puede
controlar con un tratamiento
adecuado. En este sentido, para
el paciente es muy importante
la comunicación con el
médico que le está ayudando
a controlar el dolor. De acuerdo
con esta sociedad científica,
el tratamiento del dolor
deben realizarlo de manera
coordinada desde la consulta
del hospital, desde el Centro
de Salud y, si hiciera falta, desde
la Unidad de Atención al
Dolor.
Otros trastornos
Infecciones de la cavidad bucal,
trastornos gastrointestinales y
cardiopulmonares, delirios y alteraciones
nutricionales, son
otros de los trastornos que aparecen
con más frecuencia en
los pacientes con cáncer, cuyo
origen puede venir dado tanto
por la propia patología como
por el tratamiento aplicado.
Más información:
www.seom.org
www.aecc.es