Según las estimaciones más

recientes de la Organización

Mundial de la Salud (OMS),

durante el año 2005 se producirán

más de 13 millones

de muertes a causa del infarto

de miocardio o el accidente

cerebrovascular. A pesar de

ello, el aspecto positivo es

que el 80 por ciento de ellos

se pueden prevenir. La dieta

sana, practicar ejercicio físico

regularmente y el abandono

del consumo de tabaco son

fundamentales.

Estas tres medidas no sólo

reducen la probabilidad de

sufrir un infarto de miocardio

o un accidente cerebrovascular,

sino que también contribuyen

a prevenir la mayoría

de los casos de diabetes tipo

2 y de enfermedades respiratorias

crónicas, así como determinados

tipos de cáncer.

¿Qué hacer?

1. Consumir una dieta sana. La dieta equilibrada (abundantes

frutas y verduras, cereales integrales,

carnes magras, pescado y

legumbres, y poca sal y azúcar)

es fundamental para la salud del

corazón y del sistema vascular.

2. Hacer ejercicio regularmente. Al menos 30 minutos

diarios de actividad física ayudan

a mantener el sistema cardiovascular

en forma. Aproximadamente

60 minutos casi

todos los días contribuyen a

mantener un peso adecuado.

3. Evitar el consumo de tabaco, ya que daña gravemente

la salud cardiovascular. Lo positivo

es que el riesgo de infarto

de miocardio y accidente cerebrovascular

empieza a disminuir

inmediatamente después

de dejar de fumar y se reduce

a la mitad en tan solo un año.