Más jóvenes y con
menos conciencia de riesgo, así
es el consumidor de drogas del
s. XXI. Y es que, poco queda
ya del consumidor marginado
socialmente de los años 80. El
relevo generacional lo han tomado,
según la delegada del
Gobierno para el Plan Nacional
sobre Drogas, Carmen Moya,
"consumidores jóvenes, que
ven las drogas como un instrumento
de integración en la
cultura del ocio y la diversión"
y que "tienen cada vez menos
conciencia de riesgo en relación
con el alcohol, el cannabis
y la cocaína". La mejor muestra
de ello es el hecho de que "sólo
uno de cada dos jóvenes
cree que fumar cannabis es
perjudicial y la mayor parte
piensa que un cigarrillo es más
perjudicial para la salud que un
porro", asegura Francisco Javier
Romero, director del Instituto
de Drogas y Conductas Adictivas.
Esta baja percepción de
riesgo entre los más jóvenes
demuestra, a juicio de Romero,
que las campañas de prevención
actuales no están dando
resultado. De hecho, no se ha
logrado elevar la edad media
de inicio de consumo, que en
la actualidad se encuentra en
los 13,7 años.
Consumo y factores
de riesgo
Carmen Moya y Francisco Javier
Romero expusieron sus argumentaciones
durante la celebración
del I Congreso Nacional
Sociedad de Consumo ¿de drogas?
Los expertos reunidos en
Valencia no han dudado en señalar
a la familia como principal
agente educador, puesto
que es en ella donde nacen las
estrategias de prevención más
efectivas. Y todo, pese a los
grandes obstáculos con los que
se encuentra para ejercer su
papel educador en un entorno
social que va en contra y que
tiene una influencia en los jóvenes
muy importante. Además,
han aportado cifras preocupantes
no sólo sobre el
descenso de la percepción de
riesgo sino también sobre el
aumento del consumo de cannabis
y cocaína.
La última hora en este sentido
es alarmante. En los últimos
diez años, el consumo de
cannabis se ha duplicado entre
los jóvenes de 14 a 18 años, y
casi el 70% de los adolescentes
ha consumido cannabis alguna
vez, según Ignacio Calderón,
director general de la Fundación
de Ayuda contra la Drogadicción.
Además, advierte de
que "el número de adolescentes
que han probado la cocaína
se ha cuadruplicado en la
última década y que uno de
cada cuatro jóvenes admite
que a los 18 años ha consumido
cocaína alguna vez". Por si
fuera poco preocupante, el
72% de los adolescentes encuentran
que es fácil conseguir
cannabis y cocaína.
Pero, ¿a qué se debe esta
conducta social? Durante su intervención
en el Congreso Internacional
‘Ser adolescente Hoy’ celebrado en Madrid, el sociólogo
Lorenzo Sánchez Pardo ha
asegurado que, en su opinión,
la coincidencia de ciertos factores
permite crear hipótesis sobre
la existencia de unos espacios
de riesgo y de protección comunes
a todas las conductas
desadaptadas que afectan a los
adolescentes. Existen, por tanto,
unos factores de riesgo que sitúan
a los jóvenes en la antesala
no sólo del consumo de drogas,
sino también del acoso escolar,
el fracaso en las aulas o las conductas
antisociales.
Banalización del
problema
No sólo los jóvenes banalizan
los peligros que se esconden
tras las drogas. Se trata de un
problema de percepción que
afecta a toda la sociedad, ya
que "el 60% de la población
española entre 15 y 65 años
opina que las drogas son para
divertirse", asegura Ignacio
Calderón.
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