A menudo los especialistas
se refieren al cáncer de
ovario como el asesino silencioso
ya que causa más muertes
que ningún otro cáncer del
sistema reproductor femenino.
Cuando se detecta pronto y
aún se encuentra limitado a
los ovarios se puede curar en
un 90 por ciento de los casos.
En este sentido, la prueba
de sangre CA125 y la ecografía
transvaginal son nuevas pruebas
viables a gran escala y capaces
de detectar el cáncer de ovario
en su fase inicial, según los resultados
preliminares de un estudio
del Colegio Universitario
de Londres en Reino Unido publicado
en la edición digital de
la revista The Lancet Oncology.
Los investigadores pusieron
en marcha el Ensayo de
Colaboración del Reino Unido
de Detección del Cáncer de
Ovario (UKCTOCS ) para evaluar
el efecto de la detección
del cáncer de ovario sobre la
mortalidad mediante la prueba
de sangre CA125 de forma inicial
y el ultrasonido vaginal
después o sólo mediante el ultrasonido.
Las participantes pasarán
por las pruebas hasta el
final de 2012 y después serán
seguidas hasta finales de 2014.
Los resultados mostraron
que el programa de detección
era capaz de identificar a las
mujeres que desarrollaban
cáncer de ovario hasta con un
90 por ciento de éxito al utilizar
la combinación de la prueba
sanguínea y el ultrasonido.
El porcentaje bajaba hasta el
75 por ciento cuando sólo se
empleaba la prueba de ultrasonido
transvaginal.
Según los autores, casi la
mitad de los cánceres detectados
se encontraban en las fases
iniciales de la enfermedad. Estos
datos son alentadores ya que sólo
el 28 por ciento de los cánceres
de ovario invasivos se detectan
en una fase temprana.