Las vitaminas son micronutrientes
imprescindibles
para el organismo. El
hecho de que la carencia
de vitaminas pueda conducir
al desarrollo de diferentes
problemas de salud,
según la vitamina de que
se trate, hacen de ellas su
carácter de imprescindible.
El aporte de las vitaminas
que necesitamos se
efectúa a traves de la dieta,
ya que la mayoría de
ellas no son sintetizadas
por el cuerpo humano. Habitualmente
una alimentación
equilibrada y variada aporta
todas las vitaminas necesarias
para el organismo. Sin embargo,
existen determinadas etapas
de la vida o determinadas
situaciones que requieren mayor
cantidad de vitaminas, lo
que obliga a realizar un aporte
adicional, como es el caso del
embarazo, la lactancia, deportistas,
personas que están sufriendo
un proceso infeccioso,
pacientes con heridas o traumatismos
graves, o que van a
sufrir o han sufrido una intervención
quirúrgica importante,
en las que es recomendable
que tomen algún tipo de
complejo vitamínico.
Por otro lado, una vez cumplidos
los cincuenta se producen
algunos cambios en el funcionamiento
de nuestro organismo
que hacen que sea necesario un
aporte vitamínico extra. Las vitaminas
C, E, B1, B6, B12 y ácido
fólico requieren ver aumentada
su dosis en esta etapa de la vida.
Además, también es importante
mantener niveles adecuados de
vitaminas A y D.
Necesidades diarias
Las necesidades diarias de vitaminas
en los distintos individuos
varían en función de diversos
factores como la edad y el sexo.
Con la edad las necesidades vitamínicas
van aumentando, pero
también en edades tempranas
existen vitaminas, como por
ejemplo la A y la C que, por ser
fundamentales para el crecimiento,
deben incrementarse.
No obstante, definir las
necesidades de vitaminas para
las personas sanas es tarea dificil,
debido a muchos factores
como la edad, sexo, actividad
intelectual y física, situación de
salud, hábitos alimenticios y
estilos de vida, entre otros factores,
que pueden hacer variar
estas necesidades.
Las ingestas recomendadas
se definen como las cantidades
de cualquier nutriente
que debe contener nuestra
dieta diaria para mantener un
estado de salud óptimo, siempre
que se realice una actividad
física moderada. En España,
la normativa legal obliga a
los fabricantes de complejos
vitamínicos a indicar, además
de la cantidad de las vitaminas
y minerales que contiene el
producto, el porcentaje que
contienen respecto a lo que se
define como Cantidades Diarias
Recomendadas (CDR).
Clasificación
La forma más habitual de clasificación
de las vitaminas es según
su solubilidad: liposolubles
e hidrosolubles. Las liposolubles
son la A, D, E y K, y las hidrosolubles
incluyen la tiamina (vitamina
B1), riboflavina (vitamina
B2), niacina (vitamina B3, factor
PP, ácido nicotínico, nicotinamida),
piridoxina (vitamina B6,
piridoxal, piridoxamina), ácido
pantoténico (vitamina B5), ácido
fólico (vitamina B9, folatos o
folacina), biotina (vitamina B8,
Vit H), cianocobalamina (vitamina
B12) y ácido L-ascórbico
(vitamina C).
Existe una gran variedad de
suplementos vitamínicos que,
aunque en ningún caso pueden
usarse en sustitución de
una alimentación sana y equilibrada,
son un buen complemento
de la dieta diaria en algunas
situaciones. Consulte
con su farmacéutico.