Boehringer Ingelheim presenta
esta nueva web que
puede ser muy útil para los que
aún van a viajar. En ella se explica
cómo el estreñimiento puede
convertirse en un molesto compañero
de viaje. Muchas personas
lo sufren cuando se van de
vacaciones o se desplazan por
motivos de trabajo. El cambio
de rutina, de alimentación y el
simple hecho de no estar en casa
son factores que pueden alterar
nuestro ritmo intestinal.
Ya el primer día, con los nervios
del viaje, las prisas y los últimos
preparativos, puede ser que
nos cueste evacuar. Una vez instalados,
y aunque el alojamiento
cumpla las expectativas de confort
e higiene que esperábamos,
quizá 'se nos haya pasado la hora'
(en el caso de que nuestra
evacuación sea rutinaria; cada día
a la misma hora). Además, las primeras
horas de llegada a nuestro
destino acostumbran a ser tan intensas
que seguramente ni pensamos
en esta necesidad.
Por supuesto, 'saltarse un
día' no es ningún problema,
pero si la situación se alarga,
nos sentiremos incómodos, de
mal humor, con la sensación
de tener el vientre hinchado o
incluso con menos apetito de
lo habitual.
Todo esto afectará a nuestra
percepción del viaje... nos
parecerá que no lo disfrutamos
plenamente. Sin duda el
estreñimiento del viajero es un
elemento distorsionante en
cualquier salida, sea de placer
o profesional.