E.P.-La prevalencia de enfermos con infección adquirida durante su estancia en un hospital ha disminuido de forma significativa y prácticamente ininterrumpida desde 1990, hasta situarse en una tasa del 6,68 por ciento en 2002, en la que se ha producido un cierto 'estancamiento', según revela el Estudio de Prevalencia de Infecciones Nosocomiales (IN) en España (EPINE) del pasado año, presentado en rueda de prensa celebrada en Madrid.
Tras permanecer durante los últimos 6 años por debajo del 7 por ciento, cifra considerada 'aceptable' por los expertos y acorde con los niveles europeos, actualmente es 'tan importante y difícil' mantener esa tasa como lograr reducirla mínimamente, ya que hay factores que imposibilitan en extremo el riesgo cero de este tipo de infecciones, señaló el doctor José Sánchez Paya, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSP), promotora del estudio
Entre éstos destacan el envejecimiento de la población, así como de los pacientes hospitalizados, la reducción de la proporción de éstos que no presentan ningún factor de riesgo en el momento del ingreso y el incremento de las resistencias de los agentes patógenos, añadió el doctor Sánchez.
En concreto, desde que empezó a realizarse esta iniciativa, en 1990, la edad media de la población atendida ha pasado de 49,2 a 57 años, lo que implica mayor riesgo de infecciones por su edad más avanzada, pero revela la 'buena salud' de los jóvenes y la evolución positiva del sistema sanitario, estimó por su parte el doctor Josep Vaqué, jefe del servicio de Medicina Preventiva del Hospital Valle d'Hebrón (Barcelona) y director del estudio.
Según los resultados del proyecto, en el que participaron 54.882 pacientes de 246 hospitales de todo el país, los hospitales grandes (de más de 500 camas) son los que presentan mayor porcentaje de IN, mientras que por áreas son las de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) las que sufren tasas de prevalencia más elevadas (30 por ciento), seguido de las de cirugía, medicina y pediatría.
Las respiratorias superan a las urinarias
En cuanto a la localización de este tipo de infecciones, Vaqué destacó como principal novedad del estudio de 2002 la caída de las urinarias y quirúrgicas, hasta el momento en las primeras posiciones, frente al aumento de las respiratorias y bacteriemias. En opinión de Vaqué se debe a que las primeras son de más fácil prevención y tratamiento, mientras que las segundas están vinculadas a los pacientes de más edad y los ingresados en las UCI.
Las conclusiones del proyecto EPINE revelan como tercer tipo de infecciones nosocomiales más frecuentes las derivadas de intervenciones quirúgicas (el 21,2 por ciento), cuya prevalencia siguió descendiendo hasta un 5 por ciento en 2002, reduciéndose hasta un 2,9 por ciento en el caso de las cirugías limpias, debido en parte a la disminución de la estancia media preoperatoria.
A la vista de estos datos, a los que se une el notable aumento de la resistencia de algunos patógenos y de la utilización de antimicrobianos, el director del estudio secundó la valoración del doctor Sánchez al dudar del tiempo durante el cual podrá mantenerse la contención del nivel de prevalencia de infectados.
Al respecto, recordó que cada vez hay menos gente que no presenta patologías adicionales al llegar al hospital, aunque los factores intrínsecos (propios del paciente) y extrínsecos (asociados al hospital) han tendido a disminuir.
Afianzar nuevos mecanismos
Pese a los resultados 'positivos' y la 'evolución favorable' de este estudio -según el director general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad y Consumo, doctor José María Martín Moreno, quien también participó en el acto-, que sitúan la tasa de prevalencia de IN de España como 'una de las más adecuadas' a nivel europeo, aún puede hacerse mucho para seguir mejorándola.
'A pesar de estos datos alentadores es preciso que los hospitales y los otros servicios de salud dediquen esfuerzo a mejorar la calidad asistencial y afianzar los mecanismos de medicina preventiva y de vigilancia y control de las infecciones nocosomiales', apuntó.
Por su parte, el doctor Vaqué señaló como vías para avanzar en esta dirección la profilaxis antibiótica antes de algunas intervenciones quirúrgicas y la esterilización máxima en los procedimientos de cateterismo vascular central, a las que se suman otras sobre las que no hay evidencias tan claras como el lavado de manos para evitar que pasen microorganismos de un paciente a otro, y la limitación del consumo de antibióticos.
En esta línea, los expertos anunciaron también que actualmente se estudia el diseño y futura puesta en marcha de dos proyectos de valoración de problemas de infección en la ribera mediterránea y en el conjunto de la Unión Europea, para los que el principal problema sigue siendo aún la coordinación de todos los países miembros y la disponibilidad de infraestructura técnica para llevarlos a cabo.