Dos equipos científicos españoles han desarrollado, de momento de forma experimental, dos técnicas paralelas que podrían permitir a las parejas estériles tener descendencia con su propio código genético, según recoge el diario LA VOZ DE GALICIA en su edición del martes, 6 de enero.
En la actualidad, las parejas con imposibilidad de concebir por carecer de óvulos o de espermatozoides adecuados tienen que recurrir al uso de células de donante, por lo que su descendencia deja de tener las mismas características genéticas que al menos uno de los padres.
Aunque con las dos nuevas técnicas también hay que utilizar óvulos de donante -si el problema de infertilidad lo tiene la mujer- los investigadores han conseguido eliminar de estas células el genoma originario y sustituirlo por el de la mujer de la pareja.
Para ello, el equipo encabezado por Nieves Cremades, directora del laboratorio de Ginecología del Hospital General de Alicante ha utilizado una célula sanguínea del padre o de la madre -en función de quién sea estéril- de la que se extrae el núcleo, donde se encuentra la información genética de cada persona.
Éxito en laboratorio
En el caso de que se trate de esterilidad femenina, el genoma se implanta posteriormente en el ovocito donado al que previamente se ha extraído su propio núcleo. De este modo contendrá el código de la receptora. Con diversos mecanismos se consigue que el núcleo se divida y reduzca de 46 a 23 el número de cromosomas, con lo que estará dispuesto para unirse con el espermatozoide, que contiene los otros 23 cromosomas del padre.
El equipo de Cremades consiguió que 38 de un total de 110 óvulos donados se convirtieran en células adecuadas para ser fecundadas, lo que consideran que representa un éxito considerable.
La otra investigación paralela la ha desarrollado lo bioquímica Carmen Mendoza, de la Universidad de Granada. Aunque la finalidad es la misma, en lugar de obtener la información genética de células de la sangre, ésta procede de células del hígado, piel o mucosa.
En el caso de los hombres sin espermatozoides, espermátida o espermatocitos, por no lo que no pueden concebir, se extrae una células de su hígado, piel o mucosa para introducir el núcleo directamente en un óvulo de su pareja.
Tanto Carmen Mendoza como Cremades, han estado desarrollando sus proyectos fuera de España, principalmente en Brasil, Portugal y Turquía, dado que la Ley de Reproducción Asistida española no hace referencia a esta línea de investigación.
En el mes febrero, Nieves Cremades se dirigirá a la Comisión Nacional de Reproducción Asistida para pedir poder continuar con las investigaciones en el Hospital General de Alicante. Según señaló ayer, en caso de que no obtenga el permiso adecuado, seguirá con los trabajos fuera de España.