Una técnica mediante ondas expansivas de sonido podría usarse en menos de dos años para tratar el cáncer sin necesidad de cirugía, medicación ni radiación de ningún tipo, según publica la revista médica británica 'New Scientist' y recoge el diario EL MUNDO.
Esta técnica experimental y no agresiva, desarrollada por un grupo de científicos de la compañía Gendel, en Londonderry (norte de Irlanda), se
sirve de campos eléctricos y ondas de ultrasonido para conseguir que las células dañadas se autodestruyan.
En un principio, los científicos desarrollaron el procedimiento simplemente para hacer llegar medicación a partes inaccesibles del cuerpo a través de las propias células sanguíneas de los pacientes, pero luego vieron que podía aplicarse al tratamiento del cáncer.
Con esta técnica, las células se convierten en permeables tras ser sensibilizadas por el campo eléctrico, y reciben más fácilmente los medicamentos.
Finalmente, cuando se envían las ondas de sonido, las células explotan y distribuyen esas sustancias en los lugares apropiados.
Les Russell, cofundador de Gendel, afirmó que 'su objetivo es crear un mecanismo que pueda tratar a los enfermos de cáncer en tan sólo cinco minutos', sin el sufrimiento derivado de un tratamiento químico agresivo o una intervención quirúrgica.
Aunque por el momento sólo se ha experimentado con cincuenta ratones, los investigadores de Gendel esperan que, en menos de dos años, la técnica pueda aplicarse a humanos.
Los responsables del estudio confían en que este sistema pueda ser utilizado para tratar varios tipos de tumores, entre ellos de cerebro, piel y esófago.