Cuando se elaboró en España el primer Plan de Telemedicina por el ya extinto Insalud, éste se definió como 'la utilización de las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones como un medio de proveer servicios médicos, independientemente de la localización de los que ofrecen el servicio, de los pacientes que lo reciben y el intercambio de la información necesaria para la actividad asistencial'. Corría el año 2000 y mucho ha transcurrido desde entonces en un campo, el de la aplicación de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) en el ámbito de la Sanidad, en el que los avances y los cambios se suceden a gran velocidad.
Hoy por hoy, la telemedicina representa, por tanto, un nuevo escenario y no constituye únicamente la mera utilización de elementos tecnológicos, sino que su aplicación abarca un mayor concepto: una nueva manera de hacer y organizar la provisión de los servicios sanitarios en beneficio de los pacientes, de los profesionales médicos y del sistema sanitario en general.
No obstante, y pese a los avances, en España la telemedicina se encuentra aún 'en fase inicial de desarrollo' como apunta José Luis Monteagudo, director de la Unidad de Investigación en Telemedicina y Sociedad de la Información del Instituto de Salud Carlos III.
El gasto en telemedicina en España no llega casi al uno por ciento, mientras la media europea alcanza casi el dos por ciento
Para este experto, España 'tiene que hacer un mayor esfuerzo en inversión' ya que, como indica, 'el gasto en telemedicina ronda entre el 0,5 y el 1 por ciento, mientras que la media europea está entre el 1 y el 2 por ciento'. Cifras todas ellas, sin embargo, muy inferiores a lo que los expertos internacionales consideran lo adecuado para la efectiva generalización de la telemedicina, 'alrededor del 5 por ciento de los gastos sanitarios', como puntualiza Monteagudo.
Puente entre Primaria
y Especializada
Como señalan los expertos, la telemedicina no es una tecnología, sino un nuevo sistema organizativo de la profesión médica que afecta a la realización de la labor del profesional sanitario, al paciente y al sistema de salud en general. Las distancias entre la Atención Primaria y la Hospitalaria se acortan y los tiempos también y, en este sentido, los expertos coinciden en destacar los grandes beneficios que esta nueva tecnología aporta, 'sólo uno de cada cinco pacientes tiene que acudir al especialista después de haber pasado por la consulta del médico de Atención Primaria que practica la telemedicina' afirma el doctor Ricardo Iglesias, médico de familia del Centro de Salud Vite, en Santiago de Compostela.
Teledermatología y teleoftalmología se perfilan en la actualidad como los dos grandes campos en los que más se ha avanzado en España en el trabajo conjunto entre A.P. y A.E. Los procesos de ejecución son 'muy sencillos, ya que los médicos de Primaria tenemos que realizar y controlar la foto que se le hace al paciente y después mandarla al especialista', puntualiza Iglesias. Los pasos se simplifican, 'se concede una cita previa al paciente para que venga a hacerse una foto y después de realizada, se le envía al especialista con quien hemos concertado también la conexión. Tras ello, se concede otra cita al paciente para que venga a recoger los resultados', explica la doctora Lourdes Vérez, médica de familia en el Centro de Salud Codeseda de la Estrada (Pontevedra).
En el caso de la teledermatología, 'la fiabilidad de esta nueva tecnología supera el 85 por ciento, siendo al cien por cien la coincidencia en los diagnósticos que los especialistas realizan a través de ella', matiza Fernando Garrachón, subdirector médico del Hospital Virgen Macarena de Sevilla. 'Los médicos de Atención Primaria disponen en el centro de salud, gracias a esta tecnología, de un archivo fotográfico de lesiones dermatológicas que van a aprovechar para su propia formación, y que repercutirá en la práctica en que sus pacientes se van a beneficiar de una atención asistencial de mayor calidad', matiza la doctora Vérez.
La realizació de la prueba del fondo de ojos por parte del médico de Atención Primaria, quien envía las fotos realizadas al especialista, es otro de los grandes avances que acortan las distancias entre la Primaria y la Especializada. Es la teleoftalmología, un avance que permite al médico del primer nivel asistencial utilizar la tecnología en beneficio de la diferencia entre patologías benignas y malignas para así comunicárselo al especialista. Como apunta el jefe del Departamento de Oftalmología del referido hospital sevillano, el doctor Esteban, 'sin la telemedicina estaríamos desbordados'.
Con la telerradiografía entre los profesionales se pueden intercambiar información referente al paciente, imágenes radiológicas, ecografías, informe de las imágenes, diagnósticos online mediante la visualización de imágenes por ambos centros conectados, etc. 'La telerradiografía es otro de los sectores de la telemedicina que más perspectivas tiene de cara al futuro' puntualiza Iglesias.
Por otra parte, y desde el Gobierno central, se puso también en marcha, en el año 2005, un Plan de Extensión de la Banda Ancha en Zonas Rurales y Aisladas que incluye ayudas en forma de subvenciones y créditos sin interés con el objetivo de extender hasta finales de 2008 la banda ancha a todo el territorio nacional, en las mismas condiciones técnicas y económicas. El proyecto alcanza 3.580 municipios y su presupuesto es de 26,3 millones de euros.
Todos estos logros hacen que España avance de forma cada vez más decidida a la definitiva implantación de la telemedicina en todo su territorio nacional. Pese a ello, desde que en el año 2002 se transfirieran las competencias sanitarias a cada una de las comunidades autónomas, en nuestro país se ha configurado un panorama 'muy dispar dependiendo de los trabajos realizados por cada autonomía', como destaca el doctor Ricardo Iglesias.
Empuje desde las CC.AA.
'Andalucía es un referente en España en cuanto al desarrollo de su red de telemedicina'. Así de contundente se muestra José Luis Monteagudo, quien, sin embargo, no duda en destacar que son también 'muchas las comunidades en las que se están desarrollando proyectos muy interesantes en el ámbito de la aplicación de las TIC en la salud'.
El avance de esta comunidad quedó patente cuando en 2003 la Comisión Europea premió al gobierno andaluz por su estrategia de Salud Digital, en el marco de la e-Health 2003.
La inversión de capital por parte de las CC.AA. en la actualización y modernización de los sistemas de comunicación es algo generalizado
Un total de 160 millones de euros se han invertido durante la actual legislatura andaluza en materia de aplicación de las nuevas tecnologías a la Sanidad, según se informa desde la propia Junta de Andalucía. La comunidad cuenta con la red de Primaria plenamente informatizada, lo que supone la red más extensa de toda Europa con 1.125 centros de Atención Primaria, según se desprende de la información ofrecida por el Servicio Andaluz de Salud de la Junta de Andalucía.
Al igual que la comunidad andaluza, la Generalitat Valenciana fue galardonada a inicios del año 2005 con el premio en la categoría de 'Entidad pública o privada que ha destacado en la implantación y uso de las Tecnologías de la Información y las comunicaciones en el ámbito sanitario' que le fue otorgado por la Sociedad Española de Informática de la Salud, en referencia a su proyecto Abucasis II sistema de Historia Clínica en formato electrónico, que es usada por más de 1.000 profesionales, en 38 centros y 9 áreas de salud.
Destaca, además, en la comunidad el proyecto piloto impulsado por la Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria del Hospital Universitario Doctor Peset en el año 2004 que permite el seguimiento postoperatorio de los pacientes intervenidos con cirugía sin ingreso mediante el envío de imágenes a través del teléfono móvil desde sus propios domicilios. Éstas son transmitidas en apenas 15 segundos a un servidor y pueden ser visualizadas por el personal de enfermería mientras se realiza la encuesta telefónica al paciente.
Galicia es también 'una de las comunidades más punteras en telemedicina desde que se implantaran los primeros sistemas en el año 1999', como señala el doctor Ricardo Iglesias.
'El uso de las nuevas tecnologías cada vez está más generalizado en esta comunidad', apunta Iglesias, quien destaca que 'el problema inicial de la capacidad de envío de la red está totalmente solucionada con la aplicación de la banda ancha'. La teledermatología y la teleoftalmología tienen un uso bastante generalizado en Galicia, como señalan los expertos. Destacan los proyectos 'Electra' y 'Alerta Corazón' puestos en marcha allí para el desarrollo de la telecardiología.
La inversión de capital por parte de las autonomías en la actualización y modernización de sus sistemas de comunicación e información a nivel sanitario es algo generalizado. La Consejería de Sanidad y Consumo de Madrid, en su proyecto de presupuestos para este año 2006, incluyó en el capítulo de Planes específicos un 'Plan de Implantación de Telemedicina' dotado con 150.00 euros y un 'Plan Integral de Informatización de la Red Sanitaria' con una dotación de cerca de 7 millones de euros. La CAM anunció en 2004 'la plena informatización de todos y cada uno de los más de 400 centros de Atención Primaria con los que cuenta la región' según los datos de la propia Consejería de Sanidad.
Por su parte, la Comunidad Foral de Navarra en su Plan de Promoción de la Sociedad de la Información en la región en 2004 proponía cuatro líneas de actuación para la mejora de los servicios asistenciales mediante el empleo de las nuevas tecnologías a lo que destinó un total de 3,3 millones de euros como se desprende de los informes elaborados por el Observatorio de la Sociedad de la Información en Navarra. Entre los aspectos más relevantes se destacó el impulso a la telemedicina en la comunidad que constituye un importante puesto en el desarrollo del e-health de la comunidad.
Por su parte, la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales del Gobierno de Cantabria presentó los proyectos de la creación de 'Hospitales sin Paredes' 'en el que se aplica las TIC en la asistencia sanitaria, concretamente, en la hospitalización domiciliaria', como se apunta desde la Consejería de Sanidad cántabra, y el proyecto 'Visor Clínico' que se constituye como la primera iniciativa que 'hará aflorar en la comunidad el modelo integral y la parte visible de la historia clínica electrónica, que en un primer momento se desarrollará en la ciudad de Torrelavega y en la comarca de Liébana' como se anuncia desde la institución cántabra.
Ya en el año 2004 Cantabria puso en marcha en la misma zona el servicio de telerradiografía entre el centro de Salud Liébana, Potes y el Hospital Sierrallana, de Torrelavega, localizados en zonas montañosas poco accesibles, por lo que se pretendía 'evitar desplazamientos a los pacientes y agilizar los procesos de diagnóstico', según se apuntó en su momento desde su Consejería.
Con la misma intención de agilizar los procesos sanitarios a las poblaciones situadas en zonas de difícil acceso, el Departamento de Salud y Consumo de Aragón, gracias al apoyo del IIº Proyecto 'Health Optimum' de la Unión Europea puso en marcha en 2005 un programa de Telemedicina en las zonas de salud de Fraga y Castejón de Sos, en la provincia de Huesca. Tres fueron las herramientas de trabajo utilizadas en la implantación de dicha experiencia: la teleconsulta entre especialista y Atención Primaria; la comunicación con los laboratorios para la consulta de imágenes radiológicas y resultados de análisis; así como una consulta virtual de Hematología que evita el desplazamiento de los pacientes.
Como se apunta desde la Consejería de Aragón, 'en los primeros meses de implantación del proyecto se realizaron 790 interconsultas de pruebas radiológicas, 260 de Oncología, 16 de Nefrología, y 10 consultas virtuales de Hematología'. Esto supuso todo un éxito para los responsables de la entidad sanitaria aragonesa que, según anunciaron en su momento, tienen 'previsto la ampliación del proyecto en otras zonas de la Comunidad de Aragón'. Además 'se ampliarán las especialidades con Urgencias (con transmisión de electrocardiogramas) y Oftalmología para el despistaje de retinopatía diabética' como se anunciara desde la Administración aragonesa.
Por su parte, Castilla-La Mancha cuenta desde 2003 con la implantación de la telemedicina en todos sus hospitales, centros de salud y consultorios locales gracias a una apuesta decidida por parte de las autoridades competentes, ya que lo que se pretende es 'reducir la distancia entre los municipios que en ocasiones es enorme' como se señala desde el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM).
Prioridad para las zonas rurales
Al igual que las comunidades de Aragón y Cantabria, Castilla y León también apuesta por el uso de la telemedicina con la intención de facilitar el acceso de las pruebas a aquellos pacientes localizados en zonas rurales y que ven dificultades en su acceso a los centros hospitalarios. La consejería de Sanidad Castellano y leonesa potenció el uso de la telecardiología con la ampliación de material necesario para la realización de electrocardiogramas. Entre los años 2004 y 2005, esta consejería incorporó un total de 170 nuevos equipos que dieron cobertura durante ese tiempo al 45 por ciento de la población rural castellano y leonesa, según información de la propia institución.
Los expertos conciben la telemedicina más como un nuevo sistema organizativo que como una tecnología
De la misma manera, 18 centros de salud de la zona rural de Extremadura se encuentran conectados vía telemedicina desde el año 2004. El Sistema Intranet Sanitario del Servicio Extremeño de Salud permite a estos centros poder comunicarse entre sí y transmitir imágenes de alta resolución y el envío rápido de archivos. A principios del año 2003 comenzaron a conectarse los centros de salud del entorno rural que se encontraba a más de 25 kilómetros de su hospital de referencia. Esta conexión permite la comunicación a tiempo real entre el médico de la Atención Primaria y el de la hospitalaria extremeña.
Perspectivas de futuro, la Teleasistencia
La teleasistencia abre un campo muy alentador para la telemedicina, sobre todo con pacientes crónicos y ancianos' explica el doctor Iglesias. Según el informe de la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, publicado en 2002, se prevé que para el año 2050 la población mayor de 60 años se duplique en Europa. De la misma manera, se estima que las enfermedades crónicas representarán más del 60 por ciento de todas las enfermedades mundiales para el año 2020, según un estudio publicado en la revista Lancet en 1997. La telemedicina se presenta así como una herramienta fundamental para la monitorización de los pacientes con hospitalización domiciliaria.
La actuación con los pacientes domiciliados es muy sencilla: 'los pacientes siguen un protocolo de actuación y cada día envían sus datos por móvil al hospital de referencia', explica Monteagudo. Para este experto, el procedimiento 'permite un seguimiento continuo del paciente e, incluso, se ha demostrado que se adhieren mejor a los tratamientos, ya que se convierte en responsable de su propia salud'. Enfermos que padecen patologías como asma, diabetes, hipertensión, insuficiencia cardiaca o personas de la tercera edad son los más beneficiados por esta nueva forma organizativa del sistema.
Diversos son los proyectos que se están llevando a cabo a nivel nacional en España. Los avances tecnológicos de sensores, las comunicaciones inalámbricas y las tecnologías informáticas están facilitando el desarrollo de nuevas herramientas y métodos de servicios que ayudan a llevar una vida independiente y mejoran la calidad de vida de las personas mayores y los pacientes crónicos. En este sentido, desde 1998, se desarrolla en España el proyecto AIRMED, elaborado conjuntamente entre el Área de Investigación de Telemedicina, la Sociedad de la Información del Instituto de Salud Carlos III y la Fundación Vodafone, que permite fomentar la autonomía del paciente crónico y mejorar su calidad de vida. El Instituto de Salud Carlos III obtuvo en 2004 el premio 'E-mobility' por este proyecto.
Las directrices de la telemedicina diseñada para los pacientes de la tercera edad y con enfermedades crónicas, les convierte en partes activas del proceso de cuidado de su salud, informando diariamente a sus médicos sobre su estado funcional, de acuerdo con un protocolo previamente establecido, como señalan los expertos.