Según ha manifestado Javier Subiza, presidente del Comité de
Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología
Clínica (SEAIC), la temporada de alergia se prevé muy intensa
para esta primavera, ya que las fuertes lluvias sufridas en toda la Península
en los últimos meses propiciarán unos mayores niveles de polen
de gramíneas en los meses de mayo y junio.
Hay que tener en cuenta que la pluviosidad es el principal factor que condiciona
la polinización de gramíneas, que generalmente se inicia a mediados
de mayo. Por ello, y teniendo en cuenta que, por ejemplo, en la Comunidad de
Madrid se han recogido 207 litros por metro cuadrado entre octubre y enero -casi
el doble que en el mismo periodo del año anterior-, se estima que la
concentración de gramíneas en el centro peninsular supere los
5.000 granos por metro cúbico de aire.
Esto es "especialmente significativo", advierte Subiza, ya que la
concentración durante la primavera de 2008 fue de unos 4.075 granos,
por lo que la temporada de alergia será "mucho más intensa"
en la zona centro (Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Extremadura, y parte
de Andalucía y Castilla y León) donde las gramíneas tienen
una incidencia más alta. En el norte peninsular, donde las concentraciones
de este polen son más bajas que en la España seca y la incidencia
de las alergias está más condicionada por las temperaturas que
por las lluvias, "la prevalencia no variará mucho pero los síntomas
no serán tan intensos", aseguró.
Según este experto, la llegada prematura del verano y unas temperaturas
extremas podrían suavizar los niveles de gramíneas, que de no
bajar "repercutirán de forma negativa en la frecuencia y en la intensidad
de las alergias" a este polen -que padece un 20 por ciento de la población
en estas regiones-, de modo que habrá pacientes que volverán a
presentar síntomas leves en nariz y ojos "a pesar de que en años
anteriores no hubieran notado nada".
Asimismo, en los casos más intensos la incidencia de la alergia puede
afectar a los bronquios reactivando la incidencia de rinoconjuntivitis y asma
y provocando un aumento de las urgencias hospitalarias por ambas patologías.
No olvidar el tratamiento
Ante esta situación, el doctor Subiza pide a estos pacientes que "este
año no pueden olvidar su medicación". Para prevenir las agudizaciones
de la sintomatología, los pacientes con alergia cuentan una vacuna específica
y con un tratamiento con corticoides inhalados, que deben iniciar a primeros
de abril.
Por este motivo, y dado que la incidencia va a ser alta, este experto insiste
en la necesidad de comenzar a avisar a los pacientes para que este año
estén "atentos" e inicien el tratamiento cuando se lo indique
su especialista. "Con empezar el tratamiento con inhaladores unos 15 días
antes de que comience la primavera puede ser suficiente para que los síntomas
no sean graves y evitar el asma", advirtiendo de que casi la mitad (37
por ciento) de los alérgicos a este polen lo padecen.