La importancia de las vacunas en la salud pública es innegable, y su papel se ha vuelto aún más destacado desde el inicio de la pandemia de SARS-CoV-2. Durante siglos, las vacunas han sido una herramienta fundamental para prevenir enfermedades infecciosas y salvar vidas. Sin embargo, con el surgimiento de nuevos desafíos sanitarios, como la rápida propagación de virus altamente contagiosos, la necesidad de desarrollar vacunas eficaces y seguras se ha vuelto más apremiante que nunca.
La pandemia de SARS-CoV-2 ha puesto a prueba la capacidad de la ciencia y la medicina para responder a emergencias de salud pública a una escala global. En este contexto, hemos presenciado avances sin precedentes en la investigación y el desarrollo de vacunas, con la creación y distribución rápida de múltiples vacunas contra el SARS-CoV-2 en un tiempo récord.
Estos logros han demostrado el potencial de la tecnología moderna, como las vacunas de ARN mensajero (ARNm), para revolucionar la forma en que enfrentamos las enfermedades infecciosas. Además, han subrayado la importancia de la colaboración internacional y la inversión en infraestructuras de salud pública para garantizar el acceso equitativo a las vacunas en todo el mundo1.
En este artículo, exploraremos las últimas novedades en el campo de las vacunas, desde los avances en tecnología hasta los desafíos y oportunidades que enfrentamos en la era pospandémica.
Novedades en vacunas
Una de las muchas novedades de este último año ha sido la publicación sobre la coadministración de vacunas en adultos como una estrategia efectiva para mejorar la cobertura vacunal. A pesar de que la administración simultánea de múltiples vacunas infantiles o de viaje durante una visita se ha convertido en la norma, la coadministración de vacunas de rutina para adultos apenas está empezando a ser práctica común entre los proveedores de atención médica. La duda sobre la coadministración de vacunas para adultos junto con una vacuna contra el SARS-CoV-2 podría explicarse por la precaución inicial ante la falta de datos durante los primeros meses de uso de las nuevas vacunas contra el SARS-CoV-2. Sin embargo, desde entonces se han emitido recomendaciones para la coadministración de vacunas contra el SARS-CoV-2 dentro de un año desde su licencia. Desde que se implementó esta práctica, se ha observado un mínimo de riesgos y no han surgido problemas graves. A pesar de los avances, persiste una considerable cautela respecto a la coadministración, extendiéndose incluso a vacunas con un perfil de seguridad ya establecido, para las cuales existen datos extensos sobre su coadministración con otras vacunas de rutina. Incrementar la conciencia sobre la seguridad de la coadministración de vacunas podría promover un mayor cumplimiento de las recomendaciones y, en última instancia, mejorar la cobertura de vacunación para los adultos. Tener citas de vacunación separadas, ya sea que sean solicitadas por los pacientes u ofrecidas por los proveedores de atención médica para cada vacuna, es perjudicial para la cobertura de vacunación entre adultos y puede llevar a un aumento en el uso de recursos. La coadministración de vacunas infantiles de rutina y vacunas para adultos a viajeros ha demostrado ser una estrategia segura y eficiente para mejorar la cobertura y proteger a estas poblaciones contra enfermedades prevenibles por vacunación para las que están en riesgo. El éxito de estas estrategias puede aumentar la confianza de los proveedores de atención médica en la coadministración de vacunas para adultos de rutina, lo que podría tener un valor añadido significativo una vez integrado en prácticas regulares para garantizar el cumplimiento con las recomendaciones. Esto es especialmente importante considerando la reciente licencia de nuevas vacunas conjugadas contra el neumococo y la posible futura licencia de vacunas contra el virus sincitial respiratorio, lo que hará que los calendarios de vacunación para adultos sean aún más desafiantes2.Vacunas de subunidades de partículas similares a virus y nanopartículas
La innovación en el campo de la vacunación ha traído consigo el desarrollo de métodos diversos para combatir no solo enfermedades infecciosas conocidas, sino también para potenciar el sistema inmunológico. Un ejemplo destacado de estas nuevas estrategias son las vacunas de subunidades de partículas similares a virus y nanopartículas. Estas vacunas se han convertido en una alternativa preferible y flexible a las vacunas de patógenos completos, ya que pueden generar cantidades significativas de antígenos específicos sin requerir todos los componentes del virus. Sin embargo, suelen exhibir una menor inmunogenicidad, lo que requiere el uso de adyuvantes y múltiples dosis para lograr eficacia óptima. Además, se están explorando nuevas fronteras en la vacunación para abordar desafíos específicos, como la respuesta inmunitaria reducida en personas inmunosuprimidas. Este grupo incluye a niños, adultos mayores y aquellos con inmunodeficiencias subyacentes, donde es crucial desarrollar estrategias de vacunación adaptadas a sus necesidades individuales. Otro aspecto clave es la respuesta rápida a enfermedades virales emergentes. Con la aparición de enfermedades como el virus del Nilo Occidental, la gripe pandémica, el ébola, el dengue, el zika y la pandemia global de SARS-CoV-2, se hace evidente la necesidad urgente de desarrollar y desplegar vacunas eficaces en tiempos acotados. La vacunación sigue siendo la herramienta más efectiva y rentable para proteger contra enfermedades infecciosas, y desempeñará un papel crucial en la respuesta a futuras pandemias. Los avances en tecnologías de vacunas no virales ofrecen nuevas formas de abordar desafíos en la producción de vacunas, especialmente durante brotes o pandemias.Adyuvantes liposomales en vacunas
Con respecto a enfermedades infecciosas muy conocidas, se publicó recientemente un estudio sobre adyuvantes liposomales en vacunas. El artículo explora el uso de adyuvantes liposomales en vacunas de subunidades contra la tuberculosis (TB). Desde 1974, los liposomas se han utilizado como adyuvantes en vacunas, demostrando ser efectivos para inducir inmunidad y aumentar los títulos de anticuerpos en comparación con vacunas sin adyuvantes. Estos adyuvantes se han evaluado repetidamente en ensayos clínicos y pueden actuar como estructuras de transporte para antígenos de subunidades y como inmunopotenciadores. Las propiedades fisicoquímicas de los adyuvantes liposomales, como su carga, composición y tamaño, influyen directamente en la respuesta inmunológica a un antígeno. Se ha demostrado que los liposomas de ciertos tamaños y composiciones son capaces de inducir respuestas inmunológicas específicas, especialmente respuestas Th1. Además, se ha explorado el uso de liposomas catiónicos como adyuvantes para mejorar la captación por células presentadoras de antígeno (APCs) y aumentar la eficacia de la vacuna. En cuanto a las vacunas de subunidades contra la TB, se han desarrollado varios candidatos vacunales, siendo ocho de ellos vacunas de subunidades proteicas. Estas vacunas son consideradas más seguras que las vacunas vivas atenuadas, pero requieren adyuvantes para inducir una respuesta inmune eficaz. Se han probado diferentes adyuvantes en ensayos clínicos, como AS01E, IC31, GLA-SE y CAF01. Estos adyuvantes han mostrado ser capaces de inducir respuestas inmunes celulares y humorales significativas, siendo AS01E particularmente efectivo para activar células T CD4+ y CD8+ sin efectos adversos importantes. Si bien nuestro conocimiento sobre los mecanismos de acción de estos adyuvantes está mejorando, fueron establecidos durante un tiempo en el que el IFN-γ era el método de selección dominante. Los nuevos avances técnicos en la investigación de vacunas, como el análisis del transcriptoma completo de células B/T individuales y la inmunología de sistemas, están dando lugar a descubrimientos significativos. Por lo tanto, examinar las intersecciones entre la inmunidad innata y adaptativa es esencial. Una de las variables que será crítica en el desarrollo de una vacuna efectiva es la participación de las células B y los anticuerpos. El descubrimiento de células asesinas naturales invariantes down-reguladas en la sangre de pacientes con TB muestra que los anticuerpos podrían emplearse para atacar la infección latente. Además, la activación de estas células a través del galactosilceramida podría destruir células infectadas de manera latente. En algunas especies, la vacunación con vacunas liposomales puede proporcionar protección prolongada contra la infección por TB. Teniendo en cuenta estos datos, parece que un sistema adyuvante liposomal es excelente para la vacunación contra la TB y otras infecciones intracelulares, así como para los tumores. Los análisis sistemáticos de ensayos clínicos pueden contribuir a obtener información importante sobre el desarrollo de nuevos adyuvantes contra la TB y mejorar el efecto de los adyuvantes en las vacunas contra la TB de próxima generación3. Los estudios preclínicos y clínicos sobre vacunas de ARNm en áreas de enfermedades infecciosas y malignas este último año han aumentado significativamente con la licencia de dos vacunas de ARNm con nanopartículas de lípidos (LNP) como terapia contra el cáncer. Las inmunizaciones dirigidas contra estos antígenos extraños desencadenan una reacción humoral causada por anticuerpos neutralizantes. Mientras que las células T citotóxicas CD8+ son esenciales para eliminar células malignas con mutaciones somáticas, las células T CD4+ también pueden estar parcialmente involucradas y son necesarias en ciertas respuestas inmunitarias. En consecuencia, para promover eficazmente una fuerte inmunidad antitumoral, la vacuna terapéutica contra el cáncer debe aumentar la reacción humoral y la respuesta de las células T CD4+, además de estimular la reacción de las células T CD8+ impulsadas por MHC-I. La identificación y la entrega exitosa de antígenos tumorales altamente inmunogénicos representan un bloqueo significativo para la invención de vacunas anticancerígenas efectivas. Los antígenos tumorales son numerosos, y muchos aún no se han descubierto. Algunos de ellos son poco inmunogénicos, lo que significa que pueden pasar desapercibidos por el sistema inmunológico del cuerpo. Además, para utilizar vacunas como tratamiento contra el cáncer, se requiere administrar múltiples dosis en cantidades mayores que las vacunas preventivas. Esto aumenta los estándares de seguridad tanto para los ARNm como para los vectores utilizados en su administración. Sin embargo, las primeras aplicaciones de ARNm en el desarrollo de vacunas enfrentan diversas limitaciones técnicas y científicas. En primer lugar, las RNasas extracelulares, enzimas presentes fuera de las células, pueden degradar rápidamente el ARNm desnudo, lo que dificulta su estabilidad y eficacia. Además, las células presentadoras de antígenos, encargadas de iniciar la respuesta inmunitaria, pueden tener dificultades para absorber eficientemente el ARNm. Por otro lado, el ARNm mismo puede desencadenar una respuesta inmunológica innata, lo que puede llevar a su degradación antes de que pueda expresar adecuadamente el antígeno deseado. Esta respuesta inmunológica intrínseca también puede afectar la traducción del ARNm, limitando su efectividad como vacuna. Además, la presencia de impurezas, como el ARN bicatenario producido durante el proceso de transcripción inversa (IVT), puede intensificar aún más la respuesta inmune innata y dificultar la traducción del ARNm. A pesar de estas limitaciones, se están desarrollando vacunas basadas en ARNm, como las que se discuten en este artículo, que muestran prometedores resultados y están en proceso de evaluación por parte de los organismos reguladores. En conclusión, a pesar de los desafíos técnicos y científicos, el ARNm ofrece un potencial revolucionario en el desarrollo de vacunas contra el cáncer y otras enfermedades. Las investigaciones continúan avanzando, y las altas expectativas rodean el uso del ARNm como una terapia innovadora y efectiva contra el cáncer. Su capacidad para inducir respuestas inmunitarias específicas y su flexibilidad para adaptarse a diferentes antígenos hacen que sea una herramienta prometedora en la lucha contra esta enfermedad devastadora4.REFERENCIAS
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